Por: Nora Cifuentes / EFE Reportajes
Un nuevo ideal de belleza arrasa en las redes sociales: llegan las guapas con curvas. Mujeres con tallas XL que, en plataformas como Instagram o Facebook, impulsan sus carreras como modelos. Los medios digitales dan voz a esta nueva generación que promueve un ideal en el que la belleza va más allá de las medidas, y la aparición de las tiendas “online” ofrece una alternativa a aquellas que buscan romper con los estereotipos pero no con la moda: estar a la última ya no depende de las tallas. MODELOS GRACIAS A INTERNET.
El podio de la moda “curvy” profesional lo ocupan mujeres como Ashley Graham, con casi cuatro millones de seguidores en Instagram, o Iskra Lawrence, que roza los tres millones y medio.
Son famosas también Tara Lynn, que se acerca al medio millón, o Tess Holliday, que ronda el millón y medio.
Hay muchas más “chicas XL” con cifras de seguidores que van desde los miles hasta los millones, pues la revolución de las curvas va ganando terreno en las pasarelas. Algunas de las mencionadas han ocupado portadas y reportajes de revistas como Vogue, y desfilado para grandes firmas de prestigio. Sin embargo, el poder de las redes sociales está acercando al mundo de la moda “plus size” a jóvenes menos conocidas, pero que en Internet logran dar sus primeros pasos.
Chicas que se enfrentan a los prejuicios y que, aprovechando la visibilidad de Instagram y otras plataformas, lucen sus curvas sin complejos. “Instagram, al ser una red social totalmente visual y tan accesible, supone un escaparate único donde las marcas han sabido sacar provecho, y también es una ventaja para todas aquellas personas que quieren tener un escaparate gratuito donde exponerse” explica Mari Paz Muñoz, modelo Curvy. Desde We Lover Size (http://weloversize.com/), una de las comunidades de internet más populares de esta tendencia y creada por las blogueras de moda Elena Devesa y Rebeca Gómez, afirman a Efe que “es maravilloso que cada vez existan más iniciativas de empoderamiento femenino y, sobre todo, que las adolescentes se sientan cada vez más libres de todas estas presiones gracias a internet”.
Su iniciativa abarca a “diferentes mujeres con diferentes sensibilidades”, pero que tienen un objetivo común: “romper con unos cánones estéticos asfixiantes, celebrar la diversidad e intentar hacer del mundo un lugar un poquito mejor”. Pese a ello, creen que al movimiento “body positive”, basado en aceptar el cuerpo de uno mismo de manera saludable, todavía le falta camino por recorrer: “aún queda muchísimo trabajo por hacer y muchas realidades por visibilizar”, afirman.
CURVAS ATRACTIVAS, PERO SALUDABLES.
Otra de las críticas contra las que la revolución “curvy” tiene que lidiar es la acusación de que esta tendencia promueve la obesidad. “Es una de las acusaciones que más daño nos hace, principalmente porque pensamos que está cargada de ‘gordofobia’”, señalan desde We Lover Size. “No se trata de fomentar la obesidad, ni mucho menos.
Es más, animamos a llevar una vida saludable más allá del peso que marque una báscula”, explican. Y aseguran que “se trata de fomentar la diversidad y un mundo más inclusivo con las realidades que se salen de los cánones establecidos”. Mari Paz Muñoz sostiene que “un físico no determina ni refleja, en muchas ocasiones, la salud de cada persona. Yo voy al médico frecuentemente para conocer cómo me encuentro, haciéndome pruebas y controlando el peso. Intento mantener una alimentación sana, con algunos caprichos de vez en cuando, y mantenerme activa día a día”. “Hay que romper los tópicos de que la gente gorda no se cuida o no hace deporte”, subrayan desde Corazón XL, tienda en línea encargada de vender productos a chicas pluz-size, donde creen que todos, al margen de la talla, deberían “tener unas rutinas saludables, no solo en alimentación, sino también con actividades físicas.
No de manera drástica ni obsesiva, pero todo debe tener un equilibrio. No es solo aceptarse y quererse, también hay que cuidarse”. La lucha contra estos prejuicios, que se consideran parte de la “gordofobia”, es el principal quebradero de cabeza de las “curvies”.
Sobre este y otros adjetivos empleados para referirse a las chicas de tallas grandes, como por ejemplo, “gordibuenas”, en We Lover Size tienen una postura clara: “Estamos a favor de la reapropiación de la palabra ‘gorda’, creemos que hay que despojarla de todas las connotaciones negativas y que pase a ser lo que es: un adjetivo como otro cualquiera. Pero creemos que lo primero es que las mujeres se sientan cómodas con sus cuerpos, así que no seremos nosotras las que criminalicemos estos eufemismos, siempre y cuando se usen de manera positiva”.
“La palabra ‘gorda’ supone algo negativo, se asocia con algo feo, mientras que todas las modelos ‘curvy’ somos conscientes de nuestra talla y peso”, dice la modelo Mari Paz Muñoz, quien cree que “hay que luchar por abolir esa connotación negativa hacia un peso y talla diferentes”. Por el momento, en internet, mientras la lucha “body positive” continúa, las curvas se van poniendo cada vez más de moda.