Cuando hablamos de elegancia masculina, inevitablemente pensamos en trajes de tres piezas, camisas con mancuernillas, corbatas, pañuelos, zapatos tipo Oxford, entre otros elementos. En los últimos años, diversas firmas de lujo han redefinido este concepto en el afán de restar seriedad al atuendo y permitir dotarlo de carácter. Si bien el confort adquiere protagonismo, el equilibrio estético no se sacrifica en lo absoluto.


Paletas cromáticas que exploran más allá de los tradicionales negro, marrón y azul marino, texturas que invitan al tacto y la combinación de piezas de estilo sport —sudaderas, chalecos acolchados y sneakers— con prendas de refinada sastrería son las apuestas más contundentes tanto de casas de moda internacionales como de sellos de gran alcance o firmas intermedias.

La elegancia moderna, de acuerdo con Fabio Attanasio, fundador del blog The Bespoke Dudes, se basa “en reinterpretar las reglas, personalizar la vestimenta y lograr que está vaya acorde con la forma de ser de los hombres”. A continuación, analizamos los nuevos códigos de la vestimenta masculina para proyectar una imagen impecable y relajada en todo momento. 

La sastrería, el mejor aliado del hombre.  El secreto de un buen traje, saco o pantalones radica en su corte. Si bien debe calzar perfectamente a la silueta, no debe impedir el movimiento. Otros factores que también hay que considerar en las prendas son su material —gracias a este elemento es posible reflejar distinción— y sus detalles, como la botonadura, costuras y forros. Contar con un par de trajes —en gris Oxford y azul marino—, tres pantalones de lana y tres sacos de tonalidades sobrias es obligatorio en el guardarropa masculino. Actualmente existen diversas alternativas para sumar piezas hechas a la medida que se adaptan al bolsillo.


El ajuste de las prendas lo es todo. Para poder llevar una camisa afuera del pantalón y combinarla con un saco o chaleco acolchado, es indispensable que el corte de las piezas sea slim; de lo contrario, se corre el riesgo de proyectar una imagen, más que relajada, desaliñada. El largo de los blazers y chamarras no debe rebasar la cadera, característica que ayuda también a estilizar la figura. Hoy en día es válido apostar por trajes con pantalones ligeramente cortos, mismos que deben acompañarse con unos sneakers de piel o lona, o bien, con unos zapatos de doble hebilla, ya que uno de los objetivos es que luzca el calzado.


Elige tonalidades que resalten tu atuendo.  Juega con diferentes matices de gris o azul en un mismo look, de preferencia oscuros en la parte inferior y claros en la superior. Un saco en azul añil le da un giro moderno a una ecuación de pantalón y camisa grises, mientras que un blazer rosa imprime carácter a un outfit de jeans azul índigo y camisa blanca. Si no tienes experiencia en mezclar colores, procura evitar tonalidades encendidas, como amarillo, rojo cereza o azul rey; por el contrario, selecciona tonos discretos como verde inglés, borgoña, camel o azul cielo.


No temas a las prendas sport.  ¿Traje con tenis? ¿Saco con sudadera? Sí, los nuevos códigos de elegancia permiten combinar piezas que anteriormente era mal visto llevar en un mismo atuendo. La clave está en incluir una sola prenda en el outfit, aunque los hombres menores de 35 años pueden atreverse a sumar dos. A un traje con bostonianos puede restársele formalidad con una sudadera con capucha y lucirse en la oficina, siempre y cuando la persona se desempeñe en el área creativa de una empresa o el dress code del lugar de trabajo no demande formalidad rigurosa. Para los viernes de oficina: pantalones de vestir, saco en contraste y chaleco acolchado.


¡Atrévete a mezclar!  La única forma de imprimir carácter al atuendo diario es a través de la experimentación. Quienes buscan arriesgarse pero dudan de su sentido de la moda, deben ir paso a paso; por ejemplo, incorporando un chaleco acolchado, combinando una sudadera con saco y jeans, llevar unos pantalones de vestir con camisa y tenis durante el fin de semana. En estos días de frío, puedes añadir una sudadera delgada de cuello redondo sobre una camisa y combinarla con un traje, de esta manera conseguirás un estilo sporty chic.

Los detalles cuentan.   Que combines un traje con tenis no significa que pases por alto complementos como el pañuelo, el cual aporta elegancia al look. Los sneakers que elijas para acompañar tu atuendo deben  perfectos, es decir, ni maltratados ni sucios, ya que esto convierte  un outfit propositivo en un desastre. El portafolio que elijas para acudir a la oficina debe estar en sintonía con resto de las prendas. Sería un grave error combinar un traje con una backpack de tela. Cuidar el aspecto tanto de la ropa como de los accesorios determina la elegancia a proyectar con tu imagen.


“Hace algunos años me di cuenta que a mis conocidos les gustaba mezclar las piezas de sastrería con otras prendas que lograran un toque relajado y elegante. Lo actual en la moda masculina es eso: lograr una serie de atuendos casuales con toques de lujo, sin hacer tanto caso de las reglas” 
KIM JONES
DISEÑADOR


Modelo: MICHAEL RAMM PARA GH MANAGEMENT  
Grooming: ADISSON ÁLVAREZ 
Coordinación de moda: GINA ORTEGA 
Producción: ALAN CARRANZA 
Agradecemos al Pata Negra Centro y el Hotel Downtown por las facilidades prestadas para esta sesión. 

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