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En sólo unos años, Anthony Vaccarello (Bruselas, 1982) pasó de ser una promesa del diseño a uno de los creadores con mayor proyección en la moda internacional. Su ascenso no sólo es fruto de su talento y visión transgresora, sino también del respaldo de personalidades como Karl Lagerfeld, Donatella Versace, Anja Rubik, Gisele Bündchen, Jennifer Lopez y Diane Kruger entre otras.
La historia del couturier comenzó a escribirse en 2006, cuando se graduó con honores de la carrera de diseño de moda en su natal Bélgica. Gracias a su colección debut, obtuvo un reconocimiento en una competencia de nuevos talentos, lo que le valió una estadía de dos años en los talleres de la casa Fendi, donde estuvo a las órdenes del ‘káiser’ de la moda.
UN NOMBRE PROPIO
En 2009 lanzó su propia marca y presentó una colección en las inmediaciones de una boutique parisina. Su propuesta sorprendió por su audacia, minimalismo, conceptualización y carga erótica. Tres años más tarde, su nombre apareció en diversas publicaciones de moda gracias al atuendo que su amiga y musa, la modelo Anja Rubik, portó en la gala del Met: un vestido de seda con abertura lateral en la falda que se prolongaba hasta la altura de la cintura.
Gisele Bündchen repitió la hazaña al año siguiente con un minivestido decorado con aplicaciones metálicas, que dejaba al descubierto sus largas y torneadas piernas. Rápidamente, Vaccarello se echó a la bolsa a la A-list de Hollywood con sus trajes, cuyo estilo revelador se sitúa entre lo vanguardista y, algunos dirán, lo que es poco refinado.
Magia negra, cuero y rock
El debut del diseñador para la casa francesa Saint Laurent fue uno de los más esperados de esta temporada. La transformación que su antecesor, Hedi Slimane, logró durante su estancia –modificar el nombre, inyectar altas dosis de rock, acercar su propuesta a las generaciones jóvenes y aumentar las ventas de manera considerable– sembró grandes expectativas para el belga.
Vaccarello no solo trajo de vuelta el nombre original de la marca —Yves Saint Laurent—, sino que retomó elementos de los archivos de la casa, principalmente de la década de los 80: los grandes hombros, las asimetrías y los esmóquines. La colección presentada hace unas semanas comparte diversos recursos y características con la propuesta del belga: el uso del cuero, la profusión del color negro y los cortes reveladores.
“Debemos de tomarnos un descanso. El lujo debe de surgir de un modo más pausado. Si tratamos de seguir el ritmo del resto del mundo, moriremos.”
ANTHONY VACCARELLO
DISEÑADOR