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Abington, Massachusetts es una ciudad pintoresca que en los años cincuenta formó parte de una revolución del calzado. En este pueblo de Nueva Inglaterra la familia Swartz fundó una empresa especializada en calzado que posteriormente se convertiría en la firma Timberland.
Diez años después, la familia introdujo la tecnología de inyección de molde en sus productos. Ésta permitió fusionar la suela con la piel del calzado sin necesidad de costuras, lo que evitaba que el agua y la nieve entraran en el interior del zapato.
En los años setenta la empresa se trasladó a Newmarket, New Hampshire, donde la compañía encontró su nombre e identidad. Ellos se inspiraron en los bosques madereros de la zona (Timberland en inglés). Para las décadas siguientes, la marca amplió su gama de productos a piezas de piel impermeable y calzado de alto rendimiento, así como prendas de uso rudo.
Las famosas botas amarillas —Yellow Boots o 6 inch— son el producto estrella de la marca y una de las pocas piezas que no ha cambiado su diseño desde que se lanzó al mercado. Están fabricadas de cuatro filas de bordado en nylon, suelas de caucho, tecnología anti fatiga, piel a prueba de agua, cordones Taslan, collar de piel acolchada y ojales de latón a prueba de oxido.
Estas piezas originalmente se crearon para satisfacer las necesidades de los obreros, pero gracias a su particular diseño y cómodas suelas cautivaron al mundo: el año pasado se convirtieron en un it shoe y celebridades como Rihanna, Kanye West, Gwen Stefani y otros las convirtieron en un básico.