Para remover el vello necesitas colocar una capa de cera caliente sobre el área deseada, al endurecerse se debe remover con un tirón rápido en dirección opuesta al crecimiento del pelo, retirando éste desde el folículo. Lo anterior lo vuelve un procedimiento eficaz y duradero, pero al mismo tiempo agresivo. Necesitamos tener cuidados especiales antes y después de realizar la depilación para prevenir inflamación, irritación o sangrado.
Antes
1. El vello debe tener un tiempo de crecimiento de aproximadamente dos o cuatro semanas desde la última depilación, depende del incremento personal. Si tiene más tiempo del recomendado, o notas que es demasiado largo, asegurate de recortarlo de dos a cinco milímetros para que se elimine en una sola aplicación de cera.
2. Obtendrás mejores resultados si exfolias la piel un día antes.
3. La zona a depilar debe estar limpia y seca. Para esto debes bañarte y evitar el uso de cremas humectantes, con la finalidad de que la cera adhiera con facilidad. Algunos esteticistas emplean talco para asegurar la deshidratación total de la piel.
4. Realiza una prueba con la cera en un área pequeña de la piel. Algunos productos con los que la fabrican pueden causar alergias o salpullido, de igual forma es necesario que pruebes la temperatura para evitar una quemadura.
5. Nunca te depiles en un día especial ya que la piel tiende a enrojecerse.
Después
1. Para eliminar los restos de cera, pon un poco de aceite (de almendras, oliva, coco o el de tu preferencia) en la palma de tu mano y extiéndelo por la zona. Posteriormente, frota con un pedazo de algodón los restos y notarás que éstos se comienzan a dispersar.
2. El aceite también sirve para relajar la piel, que probablemente sufrió irritación o inflamación. Para los problemas anteriores aplica chorros de agua fría o hielo directamente.
3. Evita el contacto con el sol por lo menos durante las próximas 24 horas.
4. No uses ropa ajustada.