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En los últimos años, el aceite de coco se ha convertido en uno de los ingredientes más preciados de la cosmética. Y no es para menos: de acuerdo con un artículo del Journal of Cosmetic Science, penetra en la cutícula del pelo y contribuye a reparar el daño. Además, es un producto que muestra resultados favorables en la piel seca. Por eso, no es sorprendente que firmas como Palmer’s le dediquen una línea entera, la cual ya está disponible en varias tiendas de autoservicio.
La premisa detrás de Coconut Oil Formula es simple: aunque el aceite de coco es su ingrediente principal, se combina con otros extractos naturales con propiedades humectantes, los cuales sustituyen a compuestos potencialmente dañinos para la salud y la ecología (y comunes en algunos productos de belleza) como aceite mineral, ftalatos, parabenos y sulfatos.
Cada uno de los productos tiene una combinación diferente de compuestos. Por ejemplo, la loción corporal incluye manteca de karité, mientras que la crema para manos contiene un toque de aceite de monoï, una flor de origen polinesio que además de brindar una fragancia delicada tiene propiedades antiinflamatorias.
La firma también incluye productos para el pelo, los cuales se diseñaron para un cuero cabelludo seco y maltratado por procesos químicos o abuso de planchas y secadoras. Los ingredientes activos que contienen son proteína de seda (en el caso de la mascarilla) y keratina, las cuales ayudan a nutrir cada fibra capilar y darle una textura más suave. Estos productos pueden usarse diariamente, aunque en el caso de la mascarilla lo más recomendable es aplicarla como máximo cada semana y sólo en medios y puntas.
Y a pesar de que el aceite de coco se ha convertido en un producto de belleza trendy, la firma ha buscado cuidar su proceso de extracción para que no sea perjudicial para el ambiente o la sociedad: además de reciclar las cáscaras de este fruto, se asegura de pagar lo justo a las comunidades productoras y garantizar su bienestar.