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Su apellido da nombre a una estética en la que la elegancia y el kitsch van de la mano. En 20 películas filmadas a lo largo de más de 30 años, Pedro Almodóvar (España, 1949) ha conquistado el mundo con sus historias, que reúnen complejos personajes femeninos y momentos cómicos y trágicos a partes iguales. A su lado, actores como Penélope Cruz, Victoria Abril, Carmen Maura y Antonio Banderas alcanzaron la fama mundial, mientras que colaboraciones con firmas como Jean Paul Gaultier (Kika, 1993) y Chanel (Los abrazos rotos, 2009) impresionaron a personalidades de las industrias del cine y la moda. Con Julieta (2016), Almodóvar muestra la evolución de su estética, aunque aún conserva una obsesión por el buen vestir. Repasamos algunos de sus momentos con mayor impacto estilístico en la pantalla grande.
Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
Pasado y presente
En esta aclamada comedia que ha sido adaptada al teatro los contrastes en el vestuario son evidentes. Todos los personajes siguen las modas de la época: faldas cortas y ajustadas, sacos de hombros anchos y sastrería estructurada, entre otros detalles. Sólo Lucía, interpretada por Julieta Serrano, se resiste a evolucionar y luce conjuntos de los años 60 —inspirados en colecciones de Courrèges, Chanel y Valentino— heredados por su madre, lo cual subraya su desequilibrio emocional.
José María de Cossío, quien hizo mancuerna con Almodóvar en los 80 y 90, ayudó a definir la estética del director manchego en la obra que le dio fama mundial. Su influencia ha sido tal que espacios como el Museo del Traje de Madrid han analizado el filme.
Kika (1993)
Extravagancia
A pesar de que no fue un éxito en taquilla, este filme sentó un precedente en el diseño de vestuario contemporáneo gracias a su colaboración con Jean Paul Gaultier. Por un lado, debido a su inspiración surrealista; por otro, a causa del interés general que ha despertado, mismo que las ha llevado a ser exhibidas en museos especializados como el Palais Galliera, de París. La despiadada reportera Andrea Caracortada (Victoria Abril) portó algunos de los atuendos más memorables, entre los que destacan un conjunto que se adelantó a los cascos con videocámaras integradas y un infame vestido negro con un par de pechos falsos a la vista. Por otra parte, Kika, interpretada por Verónica Forqué, destaca por un vestuario que complementa su personalidad a la perfección. “Kika es exuberante, habla todo el rato y los vestidos de Gaultier estaban llenos de flores para que eso se notara”, recordó Forqué en una entrevista con El País. El creativo francés y Almodóvar han repetido esta mancuerna en filmes como La mala educación (2004) y La piel que habito (2011). “Los trajes de Gaultier son a la vez maravillosos y muy conceptuales. Casi nadie consigue unir ambos aspectos en una misma prenda”, explicó Almodóvar.
Volver (2006)
Inspiración italiana
En 1999, la alemana Bina Daigeler compartió crédito con Cossío para Todo sobre mi madre. En su segunda colaboración con Almodóvar, Daigeler eligió siluetas muy ceñidas, faldas arriba de la rodilla, prints clásicos como flores y cuadros y blusas de tejido de punto para Raimunda, la madre de familia de origen humilde interpretada por Penélope Cruz. El makeover de la actriz española provocó comparaciones con Sophia Loren, y es que a través de esos elementos de vestuario, Cruz lució como una versión juvenil de la diva del cine italiano. “Desde el principio pensé en Loren y Claudia Cardinale para representar a Raimunda, porque en España se tiene el estereotipo de que un personaje como el de ella es fea. No quise afear a Penélope, y por ello me inspiré en la moda y belleza de finales de los 50. Para mí, Raimunda es la viva imagen de la maternidad”, explicó el director manchego. Para Cruz, transformarse en una mujer humilde tuvo buenas consecuencias: recibió su primera nominación al Óscar y junto con las otras cinco protagonistas recibió el premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes. “Pedro ama a las mujeres y un personaje como Raimunda es el mejor regalo para una actriz”, declaró Cruz.
Los abrazos rotos (2009)
Lujo trágico
Sonia Grande, quien también es una de las vestuaristas predilectas de Woody Allen, colaboró por segunda vez con Almodóvar en este drama protagonizado por Penélope Cruz. Lo primero que salta a la vista es la atmósfera de lujo en la que vive Lena Rivero, una aspirante a actriz que se convierte en amante de un productor. El filme está ambientado en los 90, por lo que Grande usó piezas de archivo de Chanel para representar el rápido ascenso socioeconómico de Rivero. De entre todos los diseños, sobresale un vestido negro decorado con cadenas, el cual es un símbolo de la virtual esclavitud a la que el personaje de Cruz está sometido. “De todos los directores con los que he trabajado, Pedro Almodóvar es el que más se preocupa por la moda”, declaró la diseñadora en entrevista con el diario español 20 minutos.
Julieta (2016)
Nuevas siluetas
Este filme representa una versión nueva del estilo de Almodóvar, tanto por la interpretación del personaje principal por parte de dos actrices diferentes (Adriana Ugarte en su juventud y Emma Suárez en su madurez) como por el enfoque que Sonia Grande eligió para vestirlas. Si bien las siluetas ajustadas y coloridas que Julieta viste cuando es joven son un reflejo de la estética previa del director, el personaje interpretado por Suárez favorece las piezas holgadas y en colores vivos. En el segmento que representa a los años 90, Grande pidió la ayuda de Prada, firma que reprodujo algunas de sus piezas de archivo para vestirla. De acuerdo con la diseñadora, esta preferencia por las siluetas amplias es una respuesta al cambio de dirección que percibió al leer el guión, aunque los colores encendidos siguen siendo prioridad. Destacan también los looks totales de Dior que luce Michelle Jenner, quien interpreta a una editora de moda.