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El Reino Unido con su característico clima, sus telefónos de cabina y sus enormes palacios es el lugar que ha visto florecer a una elegancia única en el vestir y que ha sido la fuente de inspiración de muchos a lo largo de la historia. La firma francesa Dior también cayó bajo el encanto británico y creó su colección Crucero 2017 como una fusión entre dos de los estilos más icónicos en la moda.
El escenario de la pasarela no podía ser otro más que el palacio de Blenheim, donde la firma ya había presentado durante los años 50 dos desfiles gracias a la invitación de los duques de Marlborough. Para esta ocasión Dior se alejó de los aires tropicales de otras colecciones Crucero y se inspiró en las vacaciones veraniegas de los ingleses. La posguerra fue la principal influencia de las prendas, así como la inquietud de la sociedad de esa época por los viajes y descubrir el mundo. El resultado fueron vestidos, abrigos y trajes de dos piezas confeccionados con telas de tradición británica como el tweed y la popelina, además de seda y terciopelo, que fueron decoradas con estampados ecuestres o flores de campo inglesas.
Los detalles barrocos y el lujo del palacio combinaron perfectamente con el concepto de la colección Crucero 2017, en la que desfilaron prendas que reflejaron el espíritu de la vida campestre británica. Además, el show sirvió para mostrar a la modelo Bella Hadid, quien también estuvo en la pasarela y es la nueva imagen para la línea de maquillaje de Dior.
