La temporada pasada, Clare Waight Keller, directora creativa de Chloé, ofreció una oda al estilo despreocupado de los 90. Para su colección Otoño/Invierno 2016, la inglesa no rompió definitivamente con la estética que le ha asegurado casi cinco años de éxito, sino que propuso una versión más sólida de su mujer ideal.
En este caso, quien inspiró la colección entera fue Anne-France Dautheville, una periodista que en 1973 recorrió en motocicleta una ruta entre París y Afganistán. Reproducir el look de la también novelista durante su travesía pudo haber sido una salida fácil para Keller, pero en la pasarela sólo se llevaron ciertos elementos literales como un par de trajes en cuero y algunos modelos con su característica melena despeinada.
El resto de los 43 pases fueron outfits en los que Dautheville, Caroline de Maigret o cualquier mujer de sensibilidad bohemia y aventurera podría llevar de la calle a una escapada repentina por el campo. Y aunque algunas de las piezas, como las túnicas con lentejuelas bordadas y las faldas de estilo gitano podrían levantar objeciones, son parte fundamental de un styling tan natural como inesperado, especialmente si se complementan con prendas como sudaderas XL.
La consistencia y la reinvención constante del estilo de sus clientas distinguieron a Stella McCartney y Phoebe Philo durante el periodo más exitoso de la marca y es precisamente lo que ha mantenido a Keller en su sitio. Y aunque sus colecciones no causan la locura colectiva de firmas como Givenchy y Balmain, contienen prendas, accesorios y atuendos enteros con el potencial para convertirse rápidamente en tendencia. Y eso en sí es un gran logro.
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