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A todos nos ha sucedido: observamos el desfile de una afamada casa de moda, nos enamoramos perdidamente de un abrigo o una bolsa y luego tenemos que esperar al menos seis meses para poder tener la pieza deseada en nuestras manos. Este sistema —visto por muchas de las fashionistas como una tortura—presentará cambios radicales en los próximos meses.
A partir de septiembre de este año, y a diferencia de lo que había hecho hasta ahora, la casa británica Burberry realizará solo dos shows al año, en los que mostrará tanto las colecciones femeninas como masculinas (antes programaban el doble). Esta modificación, sin embargo, no es la que está dando de qué hablar en la industria de la moda, sino el esquema de venta que se pondrá en marcha a partir de los siguientes meses: ofrecer de manera inmediata, tanto en su tienda y como en su página web, los diseños exhibidos sobre la pasarela.
La nueva estrategia de Burberry podría tener implicaciones en el mundo de la moda en general. Es decir, si con esto se reducirá significativamente el tiempo que transcurre desde que un cliente ve una prenda o accesorio en un desfile hasta que puede llevarlo a casa, es probable que otras marcas consideren hacer lo mismo.
“Los cambios que estamos realizando nos permitirán lograr una conexión más cercana entre la experiencia que creamos en nuestros desfiles y el momento en el que las personas exploran las piezas de forma física”, señaló el director artístico de la marca, Christopher Bailey, a través de un comunicado. Desde hace varias temporadas, la firma establecida en 1856 brindaba a sus clientes la posibilidad de adquirir en su tienda en línea los diseños presentados en el desfile una vez que había concluido. Sin embargo, ellos debían esperar por lo menos seis semanas para recibir los productos en el domicilio.
A este método implementado por Burberry ya se sumó también el célebre diseñador Tom Ford, quien a partir de septiembre también pondrá a la venta de inmediato su colección Otoño/Invierno 2016. De acuerdo con Bailey, esta medida responde a la velocidad con la que hoy circula la información en Internet, lo cual ha llevado a los clientes y seguidores de la moda a demandar un consumo de moda apresurado.
