Distintas propuestas para Primavera 2016 desfilaron el fin de semana en la capital de Francia, la tendencia boho y los prints florales pisaron fuerte en esta ocasión.
Las modelos de Elie Saab lucieron vestidos asimétricos con movimiento, transparencias y relieve de flores, así como conjuntos de encaje y sandalias planas. Además, con esta colección el diseñador libanés dió un giro a los clásicos vestidos de princesa que habían caracterizado sus anteriores colecciones, e incluso les añadió un toque boho.
El print floral estuvo presente también en el desfile de Roland Mouret, donde destacaron los vestidos midi acinturados con hombros al descubierto en colores vivos y en bloques de tonalidades pasteles y frías, que contrastaaron con sandalias y bolsos en cromáticas más cálidas.
Igualmente, Giambattista Valli bordó las flores en minivestidos de manga larga y las llevó a conjuntos de camisa y pantalones rectos, que adquirieron el toque fresco y bohemio con sandalias de hebillas delgadas estilo gladiador. Las modelos llevaron también estampados de lunares, rayas y psicodelia en sus vestidos, que recordaron a la década de los sesenta.
La pasarela de Alexander McQueen resultó un homenaje a la época victoriana a través de vestidos largos con cuellos de cisne y manga tres cuartos, holanes, encaje y flecos. La textura floral estuvo presente en la mayoría de los diseños de Sarah Burton, su directora creativa, no obstante, las blusas y abrigos en denim fueron las más atrevidas.
Las modelos de Saint Laurent portaron las flores en botas para la lluvia que aportaron el aire sesentero en combinación con minifaldas de denim y chaquetas de cuero. Las modelos desfilaron con tiaras de princesa en el cabello, y entre las propuestas más formales, reslataron los vestidos de seda con aberturas laterales y escotes en V.
Asimismo, el estilo victoriano resaltó en la colección de la diseñadora Veronique Branquinho, quien mezcló vestidos largos y corsettes con detalles boho como flecos, patchwork y macramé.
Por su parte, la propuesta de Céline giró en torno a la tendencia de la década de los ochenta al destacar la cintura alta en vestidos, abrigos y faldas. Phoebe Philo, directora creativa de la marca, jugó con diferentes texturas como encaje, tweed y seda para crear esta colección, en la que también destacan los vestidos lenceros.
La colección de Sonia Rykiel mezcló brillos, calados, prints y hojillos en sus propuestas, que además de añadirle diversión a los looks, hicieron de su propuesta apta para el día a día.
El estilo sporty chic resaltó en los pantalones holgados, faldas de tubo y camisetas polo de Stella McCartney. Los vestidos calados sin mangas y con cortes asimétricos también destacaron en esta colección, donde las modelos desfilaron con sandalias planas y de cuña.
Nadège Vanhee-Cybulski, creativa de Hermès, apostó por looks monocromáticos, donde las piezas clave fueron vestidos rectos con cuellos redondos y jumpsuits acinturados, en combinación con sneakers contrastantes.