Hoy, París amaneció con otra noticia sorpresiva, pues surgió un reporte de que Alber Elbaz, el diseñador que devolvió la relevancia a Lanvin, abandonará la casa francesa luego de 14 años en los que la creación de elegantes colecciones con toques de humor y siluetas que resaltaban la feminidad de sus clientas.
Así lo informó Women's Wear Daily en una nota que posteriormente fue confirmada por la casa, misma que se ha distinguido por ser la maison más antigua que ha continuado en operación ininterrumpidamente desde 1889. Y aunque la versión oficial es que la separación se dio de común acuerdo, el medio reporta que el creativo nacido en Casablanca tuvo fuertes desacuerdos con la CEO, Michèle Huiban, y la dueña de la compañía, la taiwanesa Shaw-Lan Wang, quien en 2001 compró la firma a L'Oréal y lanzó una ambiciosa operación para devolverle el esplendor que logró con su fundadora, Jeanne Lanvin, y con diseñadores posteriores como el español Antonio Castillo (1950-1963) y Claude Montana (1990-1992).
Este detalle resulta sorpresivo si se toma en cuenta que Elbaz y Wang solían tener una de las relaciones más amistosas en su ramo. De acuerdo con una entrevista que el creativo concedió a Harper's Bazaar en 2007, eran tan cercanos que la tomó como inspiración para un estampado en una línea de piezas para viaje llamada 22 Faubourg.
Dos de las características por las que Elbaz, de 54 años, destaca como diseñador son su sencillez y la inteligencia de sus colecciones. Hijo de una familia israelí, desde niño mostró talento para la ilustración y, tras egresar del Shenkar College of Engineering and Design trabajó con Geoffrey Beene, quien se convirtió en una influencia para él. Posteriormente se hizo cargo de las colecciones de Guy Laroche durante un año y, en 1998 fue designado por Yves Saint Laurent como su sucesor en la división prêt-à-porter de la firma. Sin embargo, fue despedido por Tom Ford luego de que la marca fuera comprada por los dueños de Gucci.
Su paso por Lanvin destacó no sólo por actualizar el legado de la casa, sino porque Elbaz buscó involucrarse en aspectos tan importantes como la comodidad de sus prendas y la retroalimentación con clientes. Otro de sus sellos fue el volumen, mismo que fue una constante en todas sus colecciones. Así, hizo de los holanes, drapeados, pliegues y torsiones una forma de expresión para blusas sin mangas y vestidos de coctel que esculpían la figura de sus clientas.
"La moda actual es una fantasía, pero también debe tener un toque de realidad. Creo que nuestra labor como diseñadores es hacer sentir a una mujer como si pudiera volar", declaró a The Daily Telegraph en 2010. Tres de sus momentos recientes de mayor importancia reflejan su personalidad, como la decisión de eliminar casi por completo los tacones altos de su colección Primavera/Verano 2011 luego de ver que las modelos sufrían con ellos en los ensayos, la inclusión de modelos bailando a ritmo de una canción de Pitbull en la videocampaña de la temporada Otoño/Invierno 2011 y su exitosa colaboración con H&M, creada para llevar sus más grandes hits al gran público.
"Desde que estoy en esta firma veo cada vez más hombres y mujeres que admiran mis diseños, pero no los pueden pagar, y decidí hacer algo al respecto. Así que el objetivo principal de esta colección no fue hacer mass luxe, sino llevar alegría a miles de clientes alrededor del mundo", afirmó durante el lanzamiento de la colección.
Entre sus clientas más célebres destacan las actrices Demi Moore, quien se casó con un modelo de la casa; Tilda Swinton, quien ganó un Óscar luciendo un vestido de terciopelo con una manga aglobada y Natalie Portman, quien frecuentemente lució sus creaciones antes de convertirse en embajadora de marca para Dior.
Precisamente esta casa francesa es señalada como uno de los motivos por los que Elbaz deja Lanvin, pero hasta el momento no existen reportes al respecto, así como no se han dado más detalles sobre el sucesor del israelí.