Los vientos del cambio llegaron a Ralph Lauren y Balenciaga, encarnados en dos personajes que, aunque muy diferentes entre sí, tienen una misión similar: devolver el esplendor a sus respectivas marcas.

Stefan Larsson, el primero de ellos, es un ejecutivo sueco que ha destacado por su visión comercial, mientras que Demna Gvasalia ha puesto a París de cabeza con un sello emergente y, ahora, con la dirección de una de las firmas europeas más veneradas a nivel mundial. ¿Quieres saber más sobre estos nuevos elementos?

El gurú del mass luxe.

Larsson es un personaje que se ha mantenido casi siempre en segundo plano; no obstante, su influencia ha sido notoria en las marcas en las que ha trabajado, como H&M, la cual se transformó de un secreto bien guardado a un gigante fast fashion durante los 15 años que sirvió como director de ventas globales. Además, durante ese periodo, H&M inauguró la era del lujo masivo al crear una colaboración con Karl Lagerfeld, la cual se extendió con firmas, diseñadores y celebridades como Jimmy Choo, Stella McCartney y Madonna

Su más reciente éxito es el rescate de Old Navy y su transformación en un éxito comercial a través de un nuevo enfoque más trendy y aspiracional, mismo que sorprendió a propios y extraños. Ahora, él podría ser el indicado para restablecer el equilibrio en Ralph Lauren, que ha enfrentado pérdidas económicas y una feroz competencia.

“Stefan tiene la sensibilidad del diseño y de la construcción de un negocio y empresas en crecimiento. Eso es raro en nuestro ámbito. Por lo general, es uno o el otro”, expresó Lauren a través de un comunicado.

Avant garde emergente.

Gvasalia, por su parte, es originario de Georgia e inició su carrera en 2009. Su enfoque ha destacado por centrarse en la deconstrucción y ha resultado provechoso para Maison Martin Margiela y Louis Vuitton, dos firmas en las que se ha desempeñado como director de colecciones y diseñador senior para la división femenina, respectivamente.

El año pasado, Gvasalia, en compañía de su hermano Guram y otros diseñadores, lanzaron Vetements, la cual, con sólo cuatro colecciones creadas a partir de piezas vintage y sofisticados juegos de proporciones, se estableció como una de las propuestas emergentes favoritas de la prensa de moda e, incluso, de figuras como el rapero Kanye West, quien ha usado algunas de sus prendas.

“Este fichaje prueba indudablemente que el modelo de la Escuela de Amberes, es decir, creatividad y talento, está triunfando también en las grandes casas”, comenta la experta en moda Diana Román.

Estas credenciales y el perfil relativamente bajo presentes en el egresado de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes lo podrían hacer ideal para el puesto, el cual fue abandonado por Alexander Wang luego de tres años con buenos resultados comerciales, pero una crítica poco impresionada ante sus esfuerzos y creaciones.

Además, reflejaría el éxito que diseñadores con puestos secundarios han logrado al dirigir una casa, como es el caso de Alessandro Michele en Gucci y Julie de Libran para Sonia Rykiel, quienes han enamorado a la crítica e impuesto tendencias tanto en las calles como en la alfombra roja.

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