La deconstrucción del smoking y el contraste entre texturas y materiales en vestidos de gala caracterizó a la colección Primavera/Verano 2016 presentada hoy por Lanvin en la Semana de la Moda de París.
La maison, que destaca en la historia de la moda por ser la única que ha operado sin interrupción desde el siglo XIX, ofreció una serie de piezas que se debatían entre las siluetas estructuradas basadas en el menswear, o bien, seductores vestidos con drapeados y holanes, los cuales ofrecen movimiento y volumen al cuerpo.
La modelo Ruth Bell, quien esta temporada sorprendió a propios y extraños con su cabeza rapada, abrió el desfile luciendo una blusa blanca con mangas aglobadas, inspirada en las creaciones de Jeanne Lanvin durante los años 30 y un pantalón de cintura alta.
Posteriormente, Alber Elbaz, director creativo de la casa ofreció más de una decena de looks en los que las siluetas clásicas y la cromática en blanco y negro no impidieron que mostrara su talento para la combinación de materiales y texturas. Así, el creativo mostró delicadas blusas en chifón blanco con caprichosas lazadas, faldas con pespuntes contrastados y minivestidos en tweed deshilachado, los cuales remiten a la feminidad desenfadada que suele favorecer.
La gama de colores aumentó su intensidad luego del look 13, y dio paso a una serie de vestidos de coctel en raso nude con drapeados superpuestos en azul pálido, rojo, negro y chartreuse, seguidos de conjuntos en lentejuelas y piezas con sus característicos volantes XXL.
El último bloque del desfile mostró el lado humorístico de Elbaz, quien ofreció una dinámica serie de estampados, entre los que destacaron collares de perlas, zapatos y bolsos con dejos de Pop Art y el logo de la casa, reinterpretado en una dinámica tipografía.
