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Si tenías la ingenua idea de que en cuanto llegaras al reino de Satanás la moda y tu imagen ya no tendrían importancia, te tengo noticias: You are completely wrong!
En la más reciente novela de Chuck Palahniuk intitulada Damned (Literatura Random House, 2015), el autor estadounidense, quien escribió la mundialmente famosa Fight Club, nos aclara que “la vida es corta y la muerte eterna”, a lo que yo añadiría que tanto en la primera como en la segunda la moda resulta imprescindible.
A través de la protagonista de la historia, Madison Spencer, hija de una narcisista estrella de cine y de un multimillonario, quien muere debido a una sobredosis de marihuana a la corta edad de 13 años, descubrimos qué pinta tiene el imperio de las tinieblas y, lo más importante, cómo debemos equiparnos para rondar por ahí durante una prolongada estadía.
Mortaja, ¿del cielo baja?
Hay algunos consejos que nos brinda la intrépida pubescente que vale la pena tener en cuenta, sobre todo si, al igual que yo, ya tienes asegurado tu sitio en el orco. “Al principio de todo se despiertan tirados en el suelo de piedra de una celda de lo más lúgubre, con las paredes de barrotes de hierro; y se los digo muy en serio, o sea que háganme caso: no toquen nada.
Los barrotes de la celda están hechos una porquería. Y si por accidente se da el caso de que SÍ tocan los barrotes, que están cubiertos de una capa viscosa de moho y sangre ajena, NO se toquen la cara –ni la ropa– por lo menos si tienen alguna aspiración de llegar presentables al Día del Juicio Final”.
Otras dos sugerencias:
A) “Al infierno se va con zapatos; todo lo que sea de plástico se derrite y no les conviene pasarse el resto de la eternidad caminando descalzos sobre cristales rotos […] Consideren muy seriamente llevar unos mocasines sencillos Bass Weejun de tacón bajo y de un color oscuro que no se ensucie mucho”, aconseja la chica.
B) Como en el infierno el tiempo no se compone de días y noches, sino de un estado constate de penumbra acentuado por la luz anaranjada y parpadeante de las llamas, es mejor que no se te ocurra morirte portando un Swatch que, por supuesto, se fundirá al instante. “Háganse un favor enorme e inviertan en un reloj de pulsera de cuero del bueno o de esas de metal con muelles que las hacen elásticas”, indica Madison.
El diablo jamás vestiría Prada
Algo que llama la atención en Damned son las nociones pop de antropología teológica comparada, es decir, la galería de criaturas malévolas –de todos los estilos, colores y sabores– que desfilan por el Hades del autor, en donde lo mismo nos topamos con Bafomet, Abaddon, Abigor, Belcebú, Valafar, Zaebos, Lilith o Tlacatecolototl.
Mención aparte merece la descripción de Ahriman, un demonio del desierto iraní. Se trata de una figura altísima (al menos tres veces más grande que un jugador de baloncesto), con una larga cola bífida que le crece de la base del espinazo, dos alas gigantescas de cuero negro que surgen de entre sus omóplatos y un cráneo recubierto de escamas coronado por gruesos cuernos afilados.
Si esta no es la especificación de un look prototípico de Thierry Mugler en los años 90, entonces no sé de qué se trata. Pero bueno, sí así luce un demonio no muy célebre, trata de imaginarte el outfit del mismísimo y muy temido Satanás, el Señor de las Tinieblas.
No te diré cómo lo detalla la regordeta y astuta Madison (eso sería contarte el final de la película antes de que la vieras), pero lo que sí te puedo adelantar es que el diablo, contrariamente a lo que la industria de la moda nos ha hecho creer, ni en la peor de sus jornadas se pondría un modelito de Prada.
Antes se enfundaría en un diseño vintage de Julio Chávez, asaltaría el guardarropa de Lucía Méndez, robaría las prendas de “La Tigresa” o se pondría un pantalón-pañal de Malafacha. Pero bueno, él puede vestir como le venga en gana; tú y yo, sin embargo, debemos comenzar a definir el más importante de todos nuestros atuendos, el que portaremos durante toda la eternidad en el averno (y no me refiero a la próxima edición de Mercedes-Benz Fashion Week Mexico).
balenciaga72@yahoo.com.mx