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Apesar de que siempre ha existido un espacio para las firmas de ultralujo, en muchas ocasiones los reveses de la economía y el mercado han forzado a que éstas se adapten o desaparezcan. Esa es justamente la situación que enfrenta Rodarte, marca que, por el momento, sustituirá sus vestidos de 20 mil dólares por una división de básicos accesibles.
Esta decisión es un giro de 180 grados a la exclusividad que las hermanas Kate y Laura Mulleavy dieron a sus productos desde sus inicios en 2005. Ésta fue incluso estimulada por Anna Wintour, una de sus principales benefactoras al inicio de sus carreras. Así, las hermanas pasaron de mostrar sus piezas en muñecas de papel a diseñar para filmes como El Cisne Negro (2010). Con sus colecciones de 2008 y 2009, las Mulleavy llegaron a su cúspide creativa y se convirtieron en los talentos más aclamados de su generación.
Las cuatro tomaron como inspiración los filmes de horror y los transformaron en románticas piezas llenas de deshilados, transparencias y listones de organza y cuero. El Council of Fashion Dseginers of America (CFDA) las nombró Diseñadoras del Año, y las celebridades no tardaron en llegar. Pronto, Cate Blanchett, Tilda Swinton, Keira Knightley y Natalie Portman lucieron sus diseños.
Pero en los últimos años, la brecha entre la exclusividad y la llamada fast fashion se ha hecho aún más profunda y muchos de los compradores con un gran poder adquisitivo han optado por piezas discretas, mientras que diseñadores de vanguardia como Haider Ackermann y Rick Owens han optado por producir prendas y accesorios con posibilidades comerciales a la par de sus creaciones más excéntricas.
Paralelamente, el entusiasmo por la firma se ha ido apagando de manera paulatina, lo cual hace de su línea de básicos una de las pocas opciones que las hermanas Mulleavy tienen para sobrevivir. Mientras llegan tiempos mejores para Rodarte, sus excéntricas creaciones podrán verse de nuevo en la alfombra roja y en piezas hechas sobre pedido, siempre y cuando sus básicos generen la suficiente liquidez económica para mantener sus sueños a flote.