Con la presentación de estilos como el boho chic, referencias a los años 90 y el regreso de los estampados florales arrancó la primera jornada de la Semana de la Moda de Nueva York. Y, a pesar del gran número de diseñadores que a cada edición se suman a esta plataforma, fueron cuatro propuestas las que atrajeron la atención del público y la prensa especializada.
La primera de ellas fue la creada por la firma Creatures of The Wind, misma que ha figurado en las páginas de Vogue y en figuras como Elle Fanning y Lena Dunham. La firma conformada por Shane Gabier y Chris Peters ofreció una serie de prendas y accesorios con un toque de nostalgia. Conjuntos en jacquard, smokings en colores vivos y vestidos lenceros combinados con camisetas de manga larga fueron algunos de los estilismos que remitieron a las tendencias más socorridas durante la primera mitad de los años 90.
En tanto, Marissa Webb, quien recientemente fue nombrada directora creativa de Banana Republic presentó una colección de 40 piezas con toques de exotismo, los cuales pudieron aprecierse a través de las variaciones del vestido safari y estampados a cuadros que evocaban la tradicional técnica del batik. Minivestidos de encaje, pantalones ajustados y faldas con transparencias fueron algunos de los detalles en una colección con grandes posibilidades comerciales.
Las referencias al exotismo también fueron interpretadas por BCBG Max Azria, firma que, en contraste, dirigió su oferta a un público juvenil con patrones inspirados en sitios como Arizona y Nuevo México y piezas como el Baja sweater, es decir, una sudadera en tergal que desde los años 90 ha aparecido intermitentemente en el armario de los adolescentes. La firma propone un look capa sobre capa que, con unos ligeros cambios, puede llevar a su portadora de un concierto a la apertura de una exposición en una galería.
Cerró la jornada Tadashi Shoji, quien en los últimos años ha destacado en las alfombras rojas con sus creaciones para tallas plus size, presentó una serie de 40 propuestas que mezclaron el romance con toques urbanos. Faldas plisadas de organza, suéteres y bomber jackets con aplicaciones florales y minivestidos de cuello redondo y manga corta conformaron una línea favorecedora para una gran variedad de cuerpos.
