De ella se dijo, cuando llegó a Nueva York en 1975, que era una pastora keniana que no hablaba inglés y jamás había sido fotografiada. Y aunque nada de esto era cierto, Iman Mohamed Abdulmajid causó una fuerte impresión en el mundo de la moda. Hoy, a sus 60 años, sigue buscando nuevas maneras de romper esquemas dentro de la industria.
La top somalí, quien también ha destacado como conductora de Project Runway Canada, demuestra, en una era en la que la juventud es más apreciada que nunca, que la belleza y el estilo no tienen edad. Y no es para menos, pues desde sus inicios sobresalió por una piel perfecta y un gran porte.
Su infancia y juventud estuvieron llenas de cambios, pues nació en una familia de activistas que debió huir a Kenia para escapar del régimen político. Fue ahí donde el legendario fotógrafo Peter Beard la descubrió a principios de los años 70 y decidió crear una historia alrededor de ella. Iman, por su parte, optó por reescribirla y se convirtió en la primera supermodelo de origen africano, así como una responsable indirecta de que divas como Naomi Campbell, Alek Wek y Jourdan Dunn pudieran convertirse en estrellas.
La verdadera diosa de ébano. Luego de convertirse en musa de diseñadores como Yves Saint Laurent, quien diseñó una colección entera inspirándose en ella, y fotógrafos como Helmut Newton, la top abandonó las pasarelas en 1989, aunque sin dejar de lado las campañas y shootings . Su segundo éxito vino de la mano de una falta de diversidad en la industria de la belleza. Con eso en mente, fundó en 1994 Iman Cosmetics, firma low cost pionera en ofrecer una gran variedad de productos para mujeres afroamericanas, asiáticas y latinas. “Mi madre me enseñó que la piel que cuidas durante tu juventud es la que vas a heredar cuando cumplas 60. Y hasta ahora no se ha equivocado”, comentó en una entrevista.
Tras dos matrimonios encontró la estabilidad emocional con David Bowie, con quien está casada desde 1992. Fue ella quien lo cuidó luego de una cirugía de emergencia a corazón abierto que lo mantuvo alejado de los estudios discográficos durante aproximadamente nueve años.
No obstante, Iman está lejos de dormirse en sus laureles o aceptar muestras de racismo en la industria. Por eso se unió, en 2013, a Naomi Campbell y la ex modelo Bethann Hardison para la campaña Balance Diversity, la cual inició luego de que Hardison se percatara de la falta de modelos afroamericanas en las pasarelas internacionales.
“Se ha llegado a un punto en el que callar es inaceptable. Y si no podemos hablar públicamente sobre el tema, entonces hay algo mal dentro de la industria”, afirmó. Si bien sus comentarios causaron un gran revuelo, lograron hacer eco en directores de castings y diseñadores, quienes, poco a poco, han integrado una mayor diversidad a sus desfiles y campañas
