La falta de capacidades del primer sector (Estado) y del segundo sector (mercado) en el combate a las problemáticas sociales ha llevado a la conformación de otra esfera que se conoce como el tercer sector, que como describen Thayer y Elizalde (2011) se compone de dos pilares esencialmente: instituciones y movimientos sociales, donde el primero hace referencia a los derechos individuales, sociales, políticos y económicos de los distintos actores de la sociedad y el segundo, se refiere a los principios, valores y demandas sociales.
De este modo, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) han surgido con el fin de apoyar en todos los aspectos en los que el primer y segundo sector se han visto desbordados y rezagados, que a su vez han causado una gran inconformidad en la sociedad, principalmente en temas como pobreza, vulnerabilidad, inclusión, equidad de género y seguridad.
En México se ha visto un enorme esfuerzo por crear OSC que puedan combatir una problemática que ha incrementado y perjudicado a la población en los últimos años, la seguridad.
Según el Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil (RFOSC), existen 2,710 OSC que se dedican a promover el fortalecimiento del tejido social y la seguridad cotidiana, de las cuales el 31.4% se ubican en la Zona Metropolitana del Valle de México, seguida de Jalisco (5.7%), Michoacán (4.8%) y Chihuahua (4.6%).
Cabe resaltar que Campeche y Colima tan sólo presentan el 0.2% y 0.4% del total nacional de OSC enfocadas en la seguridad, lo que resulta preocupante, debido a la crisis de inseguridad que se vive en el país.
La criminalidad es un fenómeno multifactorial que puede ser abordado desde diferentes perspectivas como la atención de personas con adicciones, la reinserción social, la atención a jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad, entre otras.
En Ciudad Delicias, Chihuahua, se ha mantenido un esfuerzo constante por salir de esta problemática, tan es así que en la actualidad existen 41 asociaciones civiles e instituciones de asistencia social privada (según el RFOSC de 2019), que coadyuvan de manera directa e indirecta a disminuir los niveles de inseguridad en la ciudad.
En la Encuesta sobre Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública Chihuahua 2018, el 34% de la comunidad deliciense encuestada mencionó que su principal preocupación es la inseguridad, cifra que está por debajo del promedio estatal de 41.4%, lo que muestra la efectividad de dichas instituciones.
Sin embargo, tal y como lo menciona León Pérez (s.f.), las OSC en materia de seguridad son pocas y las tareas en las que están involucradas son bastas y multidisciplinarias, por ello es necesario categorizar las OSC a través de las actividades que realizan, y así desde su trinchera buscar resolver o mitigar la problemática que no han podido controlar las autoridades. El autor las clasifica de la siguiente manera:
- Organizaciones civiles dedicadas a la investigación: las cuales tienen la tarea de analizar, investigar, generar, procesar y difundir las estadísticas sobre la criminalidad e inseguridad.
- Organizaciones civiles que ofrecen capacitación y difusión: estas OSC ofrecen servicios de instrucción, capacitaciones, talleres, cursos o seminarios a la población en general en temas de prevención de la violencia.
- Organizaciones civiles asistenciales: son aquellas que dedican sus acciones hacia la atención, apoyo, defensa o asesoría de sujetos que hayan sido víctimas de algún delito o abuso de autoridad.
Está claro que las OSC son de vital importancia para lograr cambios significativos en la situación de inseguridad que se vive en la actualidad, gracias a ellas la conciencia de la población respecto a este fenómeno ha ido cambiando, lo que beneficia el desarrollo de México hacia una sociedad más incluyente, empática y respetuosa.
Asimismo, es necesario esclarecer que la tarea de las OSC no es para nada fácil, está llena de obstáculos y de una gran responsabilidad, ya que, carga con la voz y las preocupaciones del pueblo, encargándose de hacérselo saber a las instancias públicas o privadas. Además, son blanco fácil de críticas, acusaciones de corrupción e incluso son consideradas como amenazas para diferentes entes políticos.
Por esta razón, el trabajo de las OSC debe ser reconocido y apoyado en aras de lograr una mayor voluntad en el quehacer de los actores de la comunidad. El conflicto entre las tres esferas de la sociedad fractura aún más la ya debilitada estructura de las instituciones del país. Es por ello por lo que nos debemos a los principios de confianza, reciprocidad y asociatividad con el fin de que todos los miembros de la sociedad caminemos hacia un mismo sendero.