Testimonios de más de un centenar de exiliados ibéricos que llegaron a México durante la primera mitad del siglo XX, tras la derrota del bando republicano en la Guerra Civil Española, ya pueden ser consultados en formato digital en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).
Como parte del Fondo de Historia Oral sobre Refugiados Españoles, dichos testimonios dan cuenta del periplo que atravesaron los refugiados españoles desde su salida del continente europeo hasta su arribo a México, y su integración a la sociedad mexicana, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
Entre los personajes que narran sus historias de vida se encuentran el arqueólogo José Luis Lorenzo (1916-1997), quien tuvo una participación activa en las excavaciones de las zonas arqueológicas de Tula, Hidalgo, y El Tajín, en Veracruz.
Además, colaboró en los salvamentos arqueológicos realizados durante la construcción del Metro en la Ciudad de México y dirigió el Departamento de Prehistoria del INAH.
Otros de los intelectuales que llegaron con el exilio español, fueron el ingeniero agrimensor Pedro Armillas (1914-1984), quien se dedicó varios años a las excavaciones en Teotihuacan, Estado de México, donde logró establecer la cronología del centro del país.
El antropólogo Juan Comas Camps (1900-1979), quien dictó cátedra en la ENAH y luchó por el reconocimiento de la poblaciones indígenas en México; y el antropólogo Santiago Genovés Tarazaga (1923-2013), perteneciente a la primera generación de antropólogos mexicanos que hicieron escuela y abrieron brecha en el camino de la ciencia que estudia al hombre.
El INAH explicó que el fondo está dividido en dos partes: “Refugiados españoles que se quedaron en México”, que incluye 69 archivos, y “Refugiados españoles que volvieron a España”, compuesto por 23 entrevistas.
En total, las 90 horas de grabación recogen datos generales de los asilados, como su lugar de origen, su actividad profesional, el motivo de la migración y cómo se integraron a la sociedad mexicana.
Las entrevistas magnetofónicas las realizaron especialistas de la BNAH, la Dirección de Estudios Históricos y la Fonoteca del INAH, a finales de 1970 y principios de 1980, con el propósito de difundir los aportes que dejó el exilio español en la cultura de México.
Cada archivo digital de audio está acompañado de una ficha técnica en la que se detalla el nombre del personaje exiliado, el entrevistador, la fecha y lugar de realización, así como un fragmento de 100 segundos de grabación. Los interesados en conocer la totalidad de la entrevista pueden consultarla directamente en la biblioteca o solicitarla de manera electrónica.
Al respecto, José Guadalupe Martínez, subdirector de Archivos de la BNAH, explicó que el fondo además de hacer referencia a los refugiados ibéricos, también ayuda a reconstruir la historia de México en la segunda mitad del siglo XX.
“Los exiliados españoles trajeron al país los ideales que defendieron en la lucha republicana y su enfrentamiento contra el fascismo, pero lo más importante es que nuestro país se construyó a partir de una nueva realidad y una nueva percepción del mundo", sostuvo.
El Fondo de Historia Oral sobre los Refugiados Españoles tiene como antecedente el Archivo del Comité Técnico de Ayuda a Republicanos Españoles, organizado por el gobierno mexicano y que reunían fichas con los datos generales de cada uno de los exiliados.
Los refugiados españoles comenzaron a llegar a México en 1939, y su arribo se extendió hasta 1945; provenían no sólo de España sino de su exilio en otras naciones, como Francia, la ex Unión Soviética e incluso de países de Sudamérica.
Miguel Ángel Gasca Gómez, jefe de Sistemas Informáticos de la BNAH, refirió que el proyecto de digitalización del fondo implicó un año, debido a que se tuvo que conseguir el equipo para su reproducción, además se procuró mejorar la calidad de los audios.
Concluyó que el objetivo de la digitalización de estos materiales es asegurar su conservación, porque al ser cintas antiguas corrían el peligro de degradarse, pese a su buen estado de conservación.
nrv