Patrimonio

Aborígenes poblaron las costas de Australia hace 50 mil años

Las evidencias fueron halladas por un equipo internacional en la isla Barrow, que está compuesta de caliza

Voluntarios limpian los restos de marea negra en una playa de Moreton Island, en la costas de Queensland, Australia. Foto: Archivo
19/05/2017 |10:39EFE |
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Los primeros aborígenes poblaron las costas australianas hace unos 50 mil años, según un estudio publicado hoy basado en pruebas recogidas en unas remotas cuevas del noroeste del país oceánico.

"Sabíamos que los primeros australianos eran marineros que llegaron a Australia en barcos. Pero hasta ahora sabíamos muy poco acerca de estos pueblos costeros", dijo el arqueólogo Sean Ulm, en un comunicado de la Universidad James Cook.

Las evidencias fueron halladas por un equipo internacional en la isla Barrow, que está compuesta de caliza y situada a 60 kilómetros frente a la costa de la región de Pilbara, en el estado de Australia Occidental.

Las cuevas, que proporcionaron una larga secuencia de restos dietéticos y datos sobre la adaptación de los habitantes a las condiciones de aridez, fueron utilizadas como refugio por los cazadores hace 30 mil a 5000 años.

Posteriormente las cuevas "se convirtieron en bases residenciales de los grupos familiares hace 10 mil años hasta que fueron abandonadas hace 7 mil años cuando (la crecida de) el nivel del mar finalmente separó (la isla Barrow) de la parte continental", señaló Peter Veth, experto de la Universidad de Australia Occidental.

En esta investigación, Christa Placzek, de la Universidad James Cook, analizó los espeleotemas, es decir las formaciones dentro de las cuevas de calizas para reconstruir la historia del clima.

"Las estalactitas nos proporcionan un registro único del cambio del clima. Durante un tiempo esta gente ocupó la cueva que afrontó períodos de frío, similares a las condiciones áridas, y otros más húmedos y tropicales que hoy en día", explicó Placzek, según la nota.

La investigación, en la que participaron las comunidades aborígenes de la zona y científicos de Australia, Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda fue publicada en la revista científica australiana Quaternary Science Reviews.

nrv