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abida.ventura@eluniversal.com.mx
La Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) recibió hoy tres manuscritos de Luis de Carvajal, documentos que marcan el inicio de la literatura judía en América en el siglo XVI, y que habían estado fuera de México por más de 80 años.
Los documentos en pequeño formato narran la vida y creencias religiosas de este personaje de ascendencia judía que fue procesado por la Santa Inquisición y sentenciado a la hoguera, junto a su madre, sus dos hermanas y uno de sus mejores amigos.
Los manuscritos vuelven a México luego de ser sustraídos de manera ilegal del Archivo General de la Nación en 1932 por Jacob Nachbin, también de ascendencia judía. Por más de 80 años no se supo nada de estos documentos, hasta que en julio de 2016 salieron a la venta en una subasta organizada por una librería en Nueva York. Su precio de salida rondaba entre los 50 y 75 mil dólares.
De acuerdo con Luis Cacho, director general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Cultura, y Diego Prieto, director del INAH, la recuperación se dio gracias a la colaboración del filántropo Leonard L. Milberg, quien dio aviso al consulado mexicano en Nueva York sobre la existencia de los documentos. En una primera visita que las autoridades del INAH y la Secretaría de Cultura realizaron a esa ciudad para negociar la recuperación de estos bienes culturales, el coleccionista manifestó su interés por comprarlos y donarlos al gobierno mexicano, ya que las otras vías de negociación no eran viables.
Cacho relató: “La Secretaría de Cultura negoció con Milberg su ofrecimiento y considerando que todas las posibles acciones jurídicas que podía emprender el gobierno mexicano habían prescrito hace mucho tiempo, se aceptó la negociación de Milberg, quien solo puso dos condiciones: que una vez que hiciera la compra y la donación se exhibieran en Nueva York, en el Museo de la Sociedad Histórica de esa ciudad; y que una vez que regresaran al país, se reconociera que fue él quién hizo la donación, como un homenaje a su amigo Rafael Kalach, miembro de la comunidad judía de la ciudad de México”.
La cantidad que el filantropo pagó en esa subasta por el documento decidió mantenerlo en secreto, según Cacho.
Tras su exhibición en Nueva York, los documentos fueron entregados formalmente a las autoridades mexicanas este 21 de marzo. El próximo 4 de abril se exhibirán en el Museo Memoria y Tolerancia en la exposición El retorno a México. El manuscrito de Carvajal; después serán digitalizados por la BNAH para que el público en general pueda apreciarlos.
Esta mañana, en una conferencia de prensa realizada en el Museo Nacional de Antropología, el director de la Biblioteca, Baltazar Brito, explicó que los documentos que Luis de Carvajal guardaba dentro de su sombrero para no ser descubierto se encuentran en buenas condiciones, a pesar de su antigüedad y el periplo que siguieron durante más de ocho décadas. “Están en muy buen estado, tomando en consideración que tienen más de 400 años; fueron conservados de manera idónea”, dijo Brito, quien fue el encargado de hacer el peritaje con el que se determinó su autenticidad.
Sobre este proceso, el también etnohistoriador, explicó que se realizó en varios momentos: desde una primera visita para observar el documento en la casa de subastas de Nueva York hasta el análisis del papel y la tinta ferrogálica usada a finales del siglo XVI. También se hizo una comparación de la caligrafía con otros documentos del mismo autor que resguarda el AGN. “Afortunadamente teníamos en el AGN una serie de documentos elaborados por él y comparamos muchas de sus letras, el resultado es que son iguales y corresponde a la misma mano”, relató.
El proceso inquisitorial que se le siguió a Luis de Carvajal también fueron claves para determinar la autenticidad de estos manuscritos. “En el proceso que se le siguió a Carvajal se hablaba de los libros de tamaño diminuto. Entonces, el conjunto de todas estas pruebas nos permiten determinar de que se trata de un manuscrito original y no de una copia de época, como se hacia alusión en la subasta”, comentó Brito.
Uno de los manuscritos, denominado Memorias de Luis de Carvajal, es un pequeño cuadernillo elaborado en papel de trapo con 46 páginas, en el que el también poeta escribe su historia, desde que sale de Europa hasta su llegada a la Nueva España, la vida de su familia y los momentos previos a su muerte en la la hoguera.
Los otros dos textos son de carácter religioso:Los artículos de nuestra sagrada fe o Lex Adonai o La ley de Dios, compuesto por cuatro hojas en latín remarcadas con letras de oro, se refiere a la fe que él profesaba; y El modo de adorar a Dios y exercicio devotísimo de oración, que utilizaba para orar en la celebración del Yom Kippur, contiene 46 fojas e incluye algunos rezos del Antiguo Testamento.
De acuerdo con Brito, este conjunto de textos son muy representativos de la época novohispana porque también dan cuenta de uno de los juicios inquisitoriales más importantes de la vida Novohispana: “Es un juicio amplio, que incluye a más de 120 personas señaladas, las cuales fueron sentenciadas a pena de muerte en el segundo juicio, entre ellos, Luis de Carvajal, su mamá y sus hermanos. Es uno de los juicios más importantes y ahí es donde está la importancia de estos pequeños manuscritos”, dijo.
nrv