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Un equipo de científicos y restauradores completaron sus trabajos en el sitio de la tumba de Jesús en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que será reabierto el miércoles al público.
El grupo trabajó durante los últimos nueve meses en la Iglesia del Santo Sepulcro y se centró en las pequeñas estructuras sobre el lugar de entierro, conocido como el Edículo. Este santuario, que se cree que incluye la caverna donde Jesús fue sepultado y desde donde ascendió al cielo, ha sido renovado justo a tiempo para la Pascua.
Según los cristianos, el cuerpo de Jesús fue enterrado en el lugar que luego se convirtió en la Iglesia del Santo Sepulcro. Los restauradores también repararon otras partes del templo.
La estructura necesitaba conservación y ser reforzada, y la instalación de una red de drenaje subterránea para agua de lluvia y aguas servidas, dijo Antonia Moropoulou, profesora de la Universidad Nacional Técnica de Atenas, quien dirigió las obras.
Las confesiones griega-ortodoxa, armenia y católica comparten la custodia de la iglesia, donde las tensiones con frecuencia son altas por el control de sus sectores. Las disputas entre ellas retrasaron los trabajos de restauración por más de 200 años.
Los trabajos comenzaron recién el año pasado cuando la iglesia fue considerada insegura por las autoridades israelíes, que han controlado Jerusalén Oriental desde su captura en la guerra de Oriente Medio de 1967. Cada confesión aportó 3,3 millones de dólares al proyecto y el rey Abdulá de Jordania también hizo una donación personal, según reportes de medios.
Moropoulou dijo que se llevaron a cabo extensas obras en la mampostería de la tumba, y además se colocaron tornillos de titanio en las lápidas, incluida la que cubre la tumba de Jesús.
Durante la histórica renovación se retiró la antiestética celda de hierro que rodeaba al santuario, construida por las autoridades británicas en 1947 para dar soporte a las paredes. También se sacó el hollín en la fachada de piedra del santuario, usado durante décadas por peregrinos que prendían velas; han desaparecido los temores por la estabilidad del viejo santuario, que no había sido restaurado en más de 200 años.
“Si esta intervención no hubiera ocurrido, hubiera existido un gran riesgo de que esto colapsara”, dijo Bonnie Burnham del Fondo Mundial para Monumentos. “Esta es una transformación completa del monumento”.
El fondo otorga un monto inicial de 1,4 millones de dólares a la restauración de 4 millones, gracias a una donación de la viuda del fundador de Atlantic Records. El rey de Jordania Abdullah II y el presidente palestino Mahmoud Abbas también cooperaron con unos 150 mil euros cada cual, junto con otras donaciones privadas y de iglesias, agregó Burnham.
La instalación de mármol y cal está en el centro de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, una de las iglesias más viejas: una construcción del siglo 12 erigida sobre restos del siglo IV. El santuario necesitaba atención urgente tras años de haber estado expuesta a efectos en el medio ambiente como agua, humedad y humo de velas.
Tres denominaciones cristianas resguardan celosamente secciones separadas de la iglesia, pero dejaron de lado sus añejas diferencias para apoyar la restauración. En 2015, la policía israelí cerró brevemente el lugar luego de que la Autoridad de Antigüedades de Israel la considerara insegura. Las reparaciones comenzaron en junio de 2016.
El equipo de remodelación quitó los bloques de piedra de la fachada del santuario y parchó la mampostería interna.