En las el fondo de una cueva inundada de Quintana Roo, a cien metros de profundidad, arqueólogos hallaron restos de megafauna extinta hace más de diez mil años, entre ellos los neurocráneos (cubierta ósea que protege el encéfalo) de un par de osos de la Edad de Hielo.
Estos restos podrían pertenecer a "ejemplares de alguna especie de oso de la era geológica del Pleistoceno, del género Arctotherium", informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través de un boletín.
Las conclusiones del descubrimiento, realizado por el equipo del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM) del INAH, darían una idea más completa de las especies animales y vegetales que vivieron en la península de Yucatán hace más de diez mil años, al final de esa época geológica, explicó el arqueólogo Guillermo de Anda Alanís, director del proyecto.
Animales gigantes perecieron en las cuevas
En zoología, el término "megafauna" se refiere a los animales de gran tamaño o gigantes. Sería el caso de estos osos, que podría confirmarse pertenecen a la misma especie que cinco ejemplares hallados hace una década en cuevas inundadas del vecino estado de Yucatán. "Tanto la morfología como la dentición de los cráneos parecen acercarse mucho a los que documentamos en Yucatán", abundó Anda Alanís.
Los mamíferos podrían haber llegado al interior de la cueva en busca de agua, justo en los largos periodos de sequía que se registraron en el Holoceno y el Pleistoceno por una inestabilidad climática.
Además, en el lugar se encontró un centenar de huesos largos pertenecientes a especies aún no identificadas. El paso subterráneo donde se realizó el hallazgo se extiende por alrededor de 850 metros de longitud.
Los trabajos de esta cueva -que será reproducida en tercera dimensión debido a su relevancia gracias a la colaboración con National Geographic- pertenecen a la línea de investigación "Localización de fuentes de agua ancestrales".
sc