El Gobierno maliense elogió hoy el veredicto emitido hoy por la Corte Penal Internacional (CPI) que condenó a nueve años de prisión al yihadista Ahmad Al Mahdi Al Faqi, alias "Abu Turab", por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (Mali).

En un comunicado, el Ejecutivo consideró que dicha condena emitida por la CPI es "un motivo de esperanza para todas las víctimas de la ideología salvaje que ha motivado la acción de los 'narcoterroristas' en el norte de Mali".

Agregó que el juicio representa un punto de partida para una jurisprudencia que proteja el patrimonio mundial y evite la impunidad para todos los que perpetran actos destructivos contra el patrimonio de la humanidad.

Asimismo, la nota calificó de "ejemplar" la cooperación entre el Gobierno maliense y la CPI para llevar a cabo este juicio.

El juez filipino Raul Cano Pangalangan, que leyó la sentencia de hoy, constató que el yihadista obedeció las órdenes del grupo terrorista Ansar al Din de destruir, con la ayuda de las tropas que mandaba, nueve mausoleos y una mezquita que eran patrimonio de la humanidad.

La CPI consideró hoy que la admisión de culpabilidad de Al Mahdi, la primera ocurrida en la historia del tribunal, ayuda a esclarecer la verdad sobre los hechos y facilita la reconciliación en Mali, además de suponer un alivio para las víctimas.

El yihadista, un tuareg nacido en una localidad a 100 kilómetros de Tombuctú, fue entregado a la CPI por las autoridades de Níger el 25 de septiembre de 2015, tras una orden de detención emitida por la corte contra él días antes.

En enero de 2012 comenzó en Mali un conflicto armado durante el cual la ciudad de Tombuctú estuvo bajo el control de varios grupos terroristas, incluido Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Al Din; fue durante ese periodo cuando los yihadistas perpetraron más ataques contra mausoleos y edificios considerados por ellos "heréticos".

nrv

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