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Tras someterse a un largo y cuidado proceso de restauración, un total de 15 pinturas rupestres creadas hace más de 2 mil 500 años, ahora se exhiben en la estación La Raza del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.
Las pinturas rupestres creadas por grupos olmecas en una cueva de la comunidad nahua de Acatlán, en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, fueron restauradas por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la última década.
Dichas imágenes integran la exposición “Oxtotitlán. 12 años de esfuerzos compartidos”, que muestra los trabajos realizados mediante el Proyecto de Conservación Integral del Sitio de Pinturas Rupestres de Oxtotitlán.
En las imágenes de gran formato se observan las pinturas que habían sido dañadas por grafiti e intemperismo, y que ahora se acompañan de textos explicativos que muestran las tareas de conservación realizadas por los especialistas, encabezados por la restauradora Sandra Cruz Flores.
“Oxtotitlán. 12 años de esfuerzos compartidos” podrá ser admirada en el Metro La Raza hasta el próximo 30 de septiembre, para luego itinerar por distintos espacios como la Coordinación Nacional de Antropología, la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el Centro INAH Guerrero, el Museo Nacional de Culturas Populares y la Biblioteca de México.
Los usuarios del STC-Metro podrán conocer los procesos de intervención realizados en el sitio, y la recuperación del rico conjunto pictórico conformado por diez paneles de pintura rupestre que se hallan en el interior de una cavidad.
En un comunicado, el INAh explicó que el discurso iconográfico de la colectiva se vincula con antiguos ritos de fertilidad y petición de lluvia.
Detallaron que la cueva está integrada por dos grutas de 20 metros de longitud, cada una con cuatro paneles o paredes con pintura rupestre y un frente rocoso central donde se encuentran dos dibujos; uno de ellos representa al personaje principal que mide 10 metros de altura.
En la gruta norte se ubican los trazos más antiguos; algunos son monocromos y otros bicromos (negro y rojo), con una iconografía más clara en términos de filiación olmeca y de mayor formato, los cuales representan jaguares y figuras antropomorfas y fitomorfas.
Mientras que en la gruta sur hay cuatro paneles de pinturas con diseños que van desde los 10 cm al medio metro, de color rojo y estilo abstracto.
En tanto, el grupo central está integrado por dos paneles; el principal tiene un personaje de cuatro metros de altura, con una paleta cromática diversa: blanco, verde, rojo, ocre, amarillo, entre otros.
Actualmente la cueva está protegida por una cerca perimetral y dentro del área delimitada hay una ladera con vegetación típica de la región. A partir de los conocimientos herbolarios de la población, se creó un jardín etnobotánico.
nrv