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Son varias las generaciones que dejó marcadas Juan Gabriel con sus canciones. El músico, heredero de una tradición de compositores que incluye a Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero y Cuco Sánchez, llevó a sus letras el sentir de la cultura popular urbana a lo largo de más de cuatro décadas.
A su voz y a sus letras hay que sumar el romanticismo, el gesto, la improvisación, el dolor y la gala. Escritores, artistas e intelectuales hablan de su legado, de la leyenda que no empezó a escribirse ayer con su muerte, sino que hace años había empezado a ser.
Elena Poniatowska: “Juan Gabriel fue un compositor muy bueno y muy importante. Yo lo entrevisté en los 80 a través de Carlos Monsiváis. Fuimos a su casa de Toluca, Carlos, uno de mis hijos que le hizo las fotos, y yo. Era un hombre muy cariñoso, muy amable, claro que fue sumamente amable porque iba Monsiváis. Su obra es de un enorme valor, siempre tuvo muchísimo público en sus funciones, yo creo que la gente sí reconoce que se sabe sus canciones. Monsiváis escribió de él porque se dedicó mucho a la cultura popular, decía que le parecía un compositor muy importante, al igual que José Alfredo Jiménez y Armando Manzanero”.
Enrique Patrón de Rueda: “Juan Gabriel, con su concierto en el Palacio de Bellas Artes, le abrió la puerta a mucha gente para que conociera lo que era una orquesta sinfónica. Su muerte no lo convierte en una leyenda, él ya lo era desde hace tiempo. Es un tesoro nacional de nuestra cultura y de nuestra música. Nos deja en un momento en el que México necesita de tantas cosas, en un momento muy álgido para el país, con un México desunido. Recuerdo que en ese primer concierto en el Palacio de Bellas Artes siempre se manejó como un artista tremendamente respetuoso del recinto en el que estaba trabajando y de los músicos. Yo estaba más nervioso que el propio Juan Gabriel”.
Daniel Lezama: “Hice La gran noche mexicana por la noción que he tenido siempre de que Juan Gabriel fue el MC de México (maestro de ceremonias), el que lleva la fiesta. Hay en ese cuadro un recorrido de un niño que está siendo cargado, que va a pasar por las estaciones de la cruz, que son siete, seis mujeres y Juan Gabriel, para llegar al origen, la Madre, que es la Virgen de Guadalupe. La presencia de Juan Gabriel siempre ha sido crucial para mí, es la persona que ha descrito y cantado y representado el alma de México. ¡Qué maravillosa muerte! Fácil, rápida, en la plenitud de sus facultades todavía; no dando lástima de ninguna manera, después de un concierto brillante. Es la mejor muerte posible para un genio como él. No hay nadie como él en el mundo, es un showman, tal vez sólo Bruce Springsteen en Estados Unidos, o, a nivel mundial, Frank Sinatra”.
Mónica Lavín: “Yo no sé hablar desde la crítica, pero sí sé que Juan Gabriel es como un extraño fenómeno, por lo menos para mi generación, que logró sintetizar su manera de expresar y de cantar. Mi generación está marcada por Juan Gabriel, quien representa el aquí y el hoy, y el hoy es lo que más trabajo nos cuesta mirar. Juan Gabriel retoma esa emoción en crudo, como de cable pelado pero con una fuerza poética”.
Alberto Ruy Sánchez: “Cuando se presentaba ante el público, rompía la barrera y hacía aflorar la absoluta confusión de los mexicanos ante el género, y sus miedos. Los miedos del machismo florecían”.
Olivia Gorra: “Me siento muy triste porque trabajé con él, lo conocí en su casa, platicamos de proyectos y me tocó grabar en su último álbum Vestido de etiqueta. Grabé la canción Se me olvidó otra vez, con arreglos del maestro Eduardo Magallanes. Me acaban de mandar el disco de parte suya, es muy triste. Sus canciones estarán en las finales del Concurso de Canto Olivia Gorra que se llevarán a cabo la siguiente semana en el Centro Nacional de las Artes. Dos niñas cantarán sus canciones y el propio Juan Gabriel nos envió unas partituras para que se las aprendieran. Una de ellas cantará La muerte del palomo y la otra, Amor eterno“.
Carmen Boullosa: “Juan Gabriel desnudó el bolero mexicano. Es un artista totalmente auténtico. Su canto, su ser, su signo musical tienen un signo homoerótico. Parte de su profundo magnetismo está ahí. Fue un artista auténtico, de una pieza. Descanse en paz”.
José Rivera Moya: “Era el compositor más importante del país. Le hizo la carrera a muchos artistas. Fue un creador muy prolífico. Y fue, sobre todo, un icono de México, como lo fueron Pedro Infante, María Félix, Frida Kahlo. Es de esos pocos artistas que son representativos de toda una nación. Fue un artista capaz de dirigirse al pueblo, a las masas. Y fue también un fenómeno único porque en este país, moralista y homofóbico, a Juan Gabriel todo el mundo se le cuadró. Él pudo hacer en escena todo lo que quiso, portarse de la manera que quiso y vestirse como quiso, y nadie le dijo nada, por el contrario, le aplaudió. Bailé por muchos años la coreografía de Raúl Flores Canelo, con música de Juan Gabriel, Tragedia en Polanco, que es un fragmento de la obra Pervertida con la canción Hasta que te conocí, y disfruté muchísimo, tanto en el Ballet Independiente como en La Cebra Danza Gay. Fue un icono gay, nunca marchó con nosotros, pero no hizo falta, tenerlo era un punto a nuestro favor. No hubo macho que no se le cuadrara. Todos en este país, le aplaudimos”.
Aurelio Tello: “Juan Gabriel no era un compositor folclórico, era más bien uno que perteneció más a la cultura de las capas urbanas y se convirtió en un icono de la música de por lo menos los últimos 40 años. Quizás lo que expresó en su obra fue la convergencia de culturas que se dieron cita en el México contemporáneo, no siempre con talento y no siempre con calidad, pero en todo caso con bastante penetración y con bastante aceptación sobre todo de los sectores populares”.
Pablo Soler Frost: “A mí Juan Gabriel me educó, me conmovió, me alegró, me entristeció, me emborrachó, me enojó, me llenó de orgullo, me aburrió, me gustó de nuevo: me enternecía. Me demostraba a mí, que soy un témpano, que es ser un ser humano”.
Arturo Chacón: “Es una voz que nunca va a morir, es una voz que estará presente en el corazón de los mexicanos y de todo el mundo. En la música no se ha vuelto repetir lo que él nos ha dejado. No hay compositores de su calibre, por eso debemos seguir apoyando a la juventud y encontrar al próximo Juan Gabriel”.
Eduardo Antonio Parra: “Es el continuador de una tradición de cantautores que viene desde José Alfredo Jiménez y Agustín Lara. Recuerdo, desde que era un niño, las primeras canciones que grabó, las que sonaban en el radio. Había que seguir su trayectoria, aunque uno no quisiera, porque estaba en todas partes. Era alguien que encajaba perfectamente, no nada más con el gusto del pueblo, sino con el gusto de todos”.