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La historia de destrucción del patrimonio histórico para darle paso a obras actuales tiene un nuevo capítulo. Esta vez sucedió en el Centro Histórico de Parral, Chihuahua, a unos pasos de donde fue asesinado el general Francisco Villa.
Una casa habitación de finales del siglo XIX, ubicada dentro del perímetro “A” de protección de la Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Hidalgo del Parral, polígono descrito en el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación en marzo de 2001, fue demolida con maquinaria pesada la madrugada del 30 de abril para darle cabida a una monumental escultura ecuestre del Centauro del Norte.
De acuerdo con investigadores del Centro INAH Chihuahua, el gobierno del Estado pretende colocar en ese sitio “la escultura más grande de América”. La pieza mide unos 37 metros de altura y es obra de de la escultora local Lourdes Trevizo.
Según la arquitecta Emilia Díaz Arreola, responsable de la sección de Monumentos Históricos de INAH-Chihuahua, el 1 de mayo pasado se suspendió la obra de demolición y se interpuso una denuncia penal contra quien resulte responsable, pero los trabajos continúan. “El INAH no ha emitido ninguna autorización, se suspendieron los trabajos con sellos, pero en notas de la prensa local se informa que se sigue trabajando en el armado de la escultura”, dijo a este diario.
La importancia de este inmueble, explicó, radica en que es representativo de la arquitectura habitacional que se desarrolló en esa ciudad en el siglo XIX. Es un “ejemplo del sistema constructivo y de los materiales de esa época, por lo tanto es un Monumento Histórico por determinación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Además era parte de la traza urbana de carácter histórico de esta ciudad”, indicó.
Ayer, en un boletín de prensa, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) denunció la demolición del monumento y consideró que esto “daña y modifica los valores patrimoniales del casco histórico de esta ciudad chihuahuense, lo que constituye una grave afectación del patrimonio cultural de nuestro país”.
Además, explicó, la intención de las autoridades de ampliar la Plaza Juárez también altera la configuración de la traza histórica de esa ciudad.
El instituto aseguró que no ha dado autorización para la colocación de dicha escultura, debido a que sus dimensiones y escala “afectan negativamente los valores de la fisonomía histórica de la zona de monumentos de Parral”. “Ante los hechos señalados, el INAH ha procedido a suspender de manera precautoria los trabajos de instalación de dicha escultura”, añadió.
La casa demolida cuenta con la ficha Nacional de Monumento Histórico Inmueble número de clave 080320010032 y tenía orígenes en el siglo XVIII. Según el INAH, la casa fue realizada en mampostería de adobe, contaba con características tipológicas relevantes de la arquitectura habitacional del siglo XIX, conservaba gran parte de su sistema constructivo original y formaba parte del conjunto urbano de la Plaza Juárez, lo que le otorgaba características de autenticidad e integridad. “De acuerdo con planos históricos, la manzana donde se ubicaba el inmueble derribado, formaba parte de las propiedades de la familia Botello, en colindancia con la conocida Huerta de Botello, ambas pertenecientes al conjunto de una de las antiguas haciendas de beneficio que dieron origen a la conformación del casco histórico de la ciudad”, explicó el INAH en su comunicado.
“Al revisar los antecedentes de la traza urbana del antiguo Real de Minas de San José del Parral, es notable que esta localidad conserva la particular fisonomía de una ciudad minera, sus barrios históricos mantienen inalteradas la tipología y características principales de su desarrollo”, añadió.
rqm