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Expertos rusos se mostraron hoy pesimistas sobre la posible reconstrucción del Templo de Bel, el más importante de Palmira (Siria), tras visitar las ruinas de la antigua ciudad romana.
"El daño es notable. El santuario ha sido destruido en numerosos fragmentos, grandes y pequeños", señala el informe divulgado por la agencia oficial RIA Nóvosti.
Los expertos, que inspeccionaron Palmira entre el 5 y el 9 de julio pasados, consideran que difícilmente será posible restaurar el templo volado por el grupo terrorista Estado Islámico, que controló la histórica ciudadela durante diez meses, pero no descartan su reconstrucción en base a dibujos y fotografías.
En ese caso, serían necesarios grandes esfuerzos y financiación, además de un plazo de tres o cuatro años, aunque ahora la prioridad, en su opinión, es salvar el pórtico del templo que se encuentra en un estado crítico.
En cuanto a otras construcciones, son más optimistas, aunque destacan que, tanto debido a las acciones militares como las destructivas de los terroristas, el patrimonio arqueológico y arquitectónico de Palmira "sufrió daños significativos".
Consideran que el famoso Arco de Triunfo, tarjeta de visita de Palmira, podría ser reconstruido en menos de un año con un coste de 400 mil dólares (360 mil euros), mientras el Templo de Baalshamin necesitaría una inversión de 175 mil dólares (157 mil) en dos o tres meses.
Los expertos del Ministerio de Cultura de Rusia, el Museo del Hermitage de San Petersburgo y del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias también abogaron por restaurar el museo de la ciudad.
Solo tras reparar y rehabilitar el edificio, al museo podrán volver las piezas que fueron trasladadas a Damasco y Homs para evitar que cayeran en manos de los yihadistas.
El anfiteatro (92 metros de diámetro) es el único gran tesoro de Palmira, joya de la antigüedad comparada con Petra y Pompeya, que los terroristas respetaron, aunque lo utilizaron para escenificar sus salvajes ejecuciones.
El EI conquistó Palmira el 20 de mayo de 2015 y la tuvo en sus manos hasta el 27 de marzo pasado, cuando las fuerzas armadas sirias expulsaron a los yihadistas de la zona con la ayuda de la aviación rusa.
Conocida por sus ruinas grecorromanas, Palmira es uno de los seis lugares sirios que figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En los últimos días se han reanudado los combates en las inmediaciones de Palmira, donde se encuentran desplegados, además de tropas sirias, un contingente de soldados rusos.
rqm