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El proyecto de restauración de la escultura ecuestre de El Caballito tendrá que esperar hasta octubre. A casi tres años de la fallida restauración del monumento y dos meses después de que la Secretaría de Cultura federal anunció que la recuperación de la escultura de Manuel Tolsá pasaba a manos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ayer se dio a conocer formalmente que serán especialistas del Instituto, con la asesoría de otras instituciones, incluidas algunas extranjeras, quienes se harán cargo de culminar los trabajos de diagnóstico y de restaurarla.

En una conferencia de prensa, realizada en conjunto con el Fideicomiso del Centro Histórico (FCH), el INAH dijo que este proyecto integral de intervención tendrá dos etapas: la primera se realizará entre julio y septiembre para lo cual el gobierno de la Ciudad de México ha destinado 2 millones de pesos e implicará culminar los trabajos de diagnóstico que determinarán los daños de la escultura y su pedestal.

Luego, explicó Liliana Giorguli, directora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, se dará paso al proyecto de restauración, el cual deberá estar listo en octubre.

Sin embargo, se negó a dar un tiempo estimado de cuánto podría tardar la restauración. “Cuánto tiempo nos lleve estabilizar la pieza y recuperar sus valores, lo podremos saber al termino de esta primera etapa”, dijo.

Para estos trabajos, explicó, colaborará un equipo multidisciplinario del INAH y de otras instituciones, como la UNAM, la UAM, así como consultores extranjeros de instituciones de Italia, España, EU y Suiza.

Giorguli comentó que se retomaron los estudios que de manera honoraria realizó un grupo de expertos convocados por el FCH en 2014, por lo que en los próximos meses se harán algunos análisis pendientes, como los de electroquímica, metalografía, de fluorecencia y de difracción de rayos X. Uno de los primeros pasos que se realizarán, dijo, será liberar a la escultura del andamiaje y mallas que lo resguardan para hacer un detallado registro fotográfico.

Una vez culminado ese registro, se instalará el andamiaje profesional que se necesitará para el desarrollo de los trabajos. Para la contratación de los andamios, Teresa Franco, directora del INAH, explicó que se lanzó dos veces la convocatoria de licitación, pero en ambas ocasiones se declararon desiertas. Ahora, dijo, se hará por adjudicación directa.

Para las contrataciones siguientes, comentó, se harán concursos por invitación a especialistas y en otros casos, como para la adquisición de equipos especializados, se comprarán directamente.

De acuerdo con el instituto, la exposición de la escultura a la lluvia en esos días no provocará un deterioro adicional ni afectará su estabilidad.

En septiembre próximo se cumplen tres años desde que la empresa no especializada Marina Restauración de Monumentos dañó la escultura con ácido nítrico, y hasta ahora ni el INAH ni el Fideicomiso pueden responder a los cuestionamientos sobre quién encargó o contrato a dicha empresa para la limpieza de la escultura, sin contar con autorización del instituto. “A la empresa Marina no la contrató el Fideicomiso Centro Histórico, eso tiene que quedar bastante claro”, resaltó de manera tajante ayer el director de esa instancia, José Mariano Leyva.

“¿Entonces quién la contrató?”, se le cuestionó, a lo que contestó: “Yo llevó en el Fideicomiso un año, si tuviera capacidades de investigación lo haría con mucho gusto y se los diría, pero no puedo hacerlo, eso siempre sigue siendo parte de las investigaciones que se están realizando en este momento, justamente esa es la pregunta que se están haciendo”.

Por su parte, Teresa Franco, directora del INAH, sostuvo que el instituto no cuenta con esa información. “La solicitud realmente se recibió por parte de las autoridades locales de la ciudad de México y plantearon la intervención a la empresa que es por todos ustedes conocida… ¿Quién fue? En el caso del INAH, la información de la que disponemos es la que obra en expedientes y esa es consultable públicamente, lo demás tendría que ser contestado por la autoridad local o desde la Procuraduría General de la República”, dijo.

Sobre la denuncia que el INAH interpuso ante la Procuraduría General de la República (PGR) en 2013 por los daños ocasionados al monumento, Franco aseguró que el instituto le ha dado seguimiento, pero no dio detalles sobre el estatus del proceso. “La PGR la tiene en curso, el Instituto se mantiene simplemente vigilante”, aseguró.

Mientras tanto, desde ayer, alrededor de la escultura ya se pueden ver nuevos paneles que ofrecen información sobre la pieza y su importancia histórica, lo cual había sido una de las recomendaciones que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) había hecho al Gobierno de la Ciudad desde el año pasado.

rqm

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