Era la central eléctrica abandonada transformada en una planta para el arte. Ahora, el museo Tate Modern de Londres es aún más grande, con un ala de 10 pisos que ayudará a absorber los más de 5 millones de visitantes por año, así como más obras de mujeres y artistas no europeos.
La galería junto al río Támesis abrió en el 2000 con un éxito que rebasó toda expectativa de sus creadores y se convirtió en el museo de arte moderno más visitado del mundo.
A partir del viernes, el público podrá visitar la extensión con forma de pirámide creada por la firma de arquitectura suiza Herzog & de Meuron, cuya construcción costó 260 millones de libras esterlinas (367 millones de dólares).
Es una estructura impresionante, cubierta en un entramado de ladrillos cuya textura ha sido comparada con la de un viejo suéter tejido. Adentro, fuertes columnas de concreto bajo elevados techos evocan el pasado industrial del sitio. Partes de la vieja central eléctrica han sido transformadas, y los tanques de concreto que una vez almacenaron petróleo ahora son espacios para la representación del arte.
El director del Tate, Nicholas Serota, dijo el martes que la galería ahora tiene un 60% más de espacio, lo que le permite "mostrar un rango mucho más diverso de obras" que en el pasado.
"Estamos exhibiendo arte de todo el mundo, no solo del noroeste de Europa y Norteamérica", dijo. "Y le estamos dando a la gente la oportunidad de disfrutar de una nueva vista de Londres" desde una terraza en lo alto de la pirámide.
La directora del Tate Modern Frances Morris dijo que la colección del museo de arte post-1900 fue reacomodada para darle un sentido más fuerte a "las fluctuaciones de la historia" y establecer vínculos entre artistas de distintas partes del mundo.
Más de un tercio del arte post-1960 en exhibición es de artistas mujeres. Morris dijo que el desequilibrio de género es mayor entre las obras más antiguas porque, "hace poco, no había igualdad de condiciones".
Hay obras de gigantes del arte moderno como Henri Matisse, Pablo Picasso y Mark Rothko en el viejo edificio, ahora conocido como la Boiler House. La nueva Switch House contiene arte más reciente, en formas eclécticas.
"Hay prácticamente todo lo que se te pueda ocurrir, desde luz y sonido a través de una representación de película y video hasta una obra hecha con neumáticos de automóvil", dijo Morris. "Tenemos incluso una obra hecha de couscous".
El Tate Modern transformó el barrio vecino, ayudando a convertir un remanso al pie del río en un centro para las artes y la vida nocturna que se rodeó de nuevos edificios de apartamentos de lujo.
Serota dice que el museo remodelado espera atraer "un número de visitantes ligeramente mayor" que los actuales 5 millones que acuden cada año. El objetivo principal es darle a la gente espacio para moverse, y para gastar dinero, en un nuevo restaurante, bar y tienda de regalos. La entrada al museo es gratuita.
Si hay una nube en el horizonte es la posibilidad de que Gran Bretaña vote por salir de la Unión Europea en un referendo el 23 de junio, una perspectiva que muchos en el mundo de las artes temen que pueda afectar la cooperación internacional.
"Este es un museo que presenta su cara al mundo y que ha disfrutado de colaboraciones particulares con colegas europeos", dijo Serota. "También sabemos que empleamos un gran número de gente que viene de otras partes de Europa. Y creo que cualquier cosa que dificulte más eso reducirá la calidad de lo que podamos mostrar o hacer aquí".
sc