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El sábado más de 23 mil 800 personas, según cifras oficiales, visitaron la Capilla Sixtina en la Plaza de la República, muestra que para su segundo día no tuvo la aceptación que se esperaba y la desorganización era la principal de las quejas.
Sin embargo, la afluencia fue más copiosa. Las filas para entrar lucieron más que saturadas. Para mejorar el flujo, se planearon tres grupos: A (11 hasta 19:45 horas); B (11:15 hasta 19:30 horas); y C (11:30 hasta 19:45 horas). Los organizadores solicitaron entre 45 minutos hasta una hora de anticipación.
Con medidas de 22 metros de altura por 67 de largo y 28 de ancho; 5 toneladas de estructuras tubulares, más de 21 mil bulones, mil 500 metros cuadrados de cubierta exterior y 2.7 millones de fotos de 3 centímetros cuadrados, la muestra recibía entre 300 y 400 personas por bloque, y esperaron, en promedio, 30 minutos para entrar.
Ya dentro, un video sobre la vida del pintor renacentista Miguel Ángel Buonarroti, de 10 minutos, da la introducción a los visitantes y explica el contexto de los frescos que se podrán observar. Ya en el recinto, la explicación pone énfasis en “El Juicio final”.
