Una misión de arqueólogos suecos ha descubierto un conjunto de unas cuarenta tumbas con osamentas que datan de la XVIII dinastía faraónica (1.295-1.186 a.C.), en la ciudad monumental de Asuán, en el sur de Egipto.
El jefe del departamento de Egiptología del Ministerio de Antigüedades, Mahmud Afifi, destacó hoy la importancia del hallazgo de los huesos de hombres, mujeres y niños de diferentes edades en las montañas Al Silsila.
"Sin tener en cuenta a quién pertenecen, este descubrimiento revela la presencia de actividad humana en esa zona", subrayó Afifi, que indicó que es pronto para aventurarse a determinar la identidad de los enterrados.
Las tumbas, situadas en la ribera oriental del Nilo, están esculpidas en la roca, tienen pasadizos excavados en el suelo y constan de una o dos salas cuadradas sin inscripciones en sus muros.
Algunos de estos pasadizos comienzan con escaleras que conducen a una cámara y luego a una entrada principal, indicó Afifi, quien agregó que es probable que las sepulturas fueran reutilizadas durante la XIX dinastía.
Por su parte, el director general de Antigüedades de Asuán, Nasr Salama, valoró en un comunicado la importancia del hallazgo de la escaleras, ya que no habían sido descubiertas en la zona estructuras de este tipo.
Los expertos de la Universidad de Lund también encontraron una pequeña estructura esculpida en la roca, que se compone de dos salas en buen estado y de una entrada ornamentada con un disco solar con alas.
La misión sueca, que comenzó sus trabajos en el área en 2012, ya ha realizado las primeras labores de limpieza de las tumbas, y ha retirado la arena.
Según Salama, las excavaciones han revelado que el lugar está deteriorado debido a la erosión y al alto nivel del agua subterránea.
A la dinastía XVIII pertenecen algunos de los faraones más relevantes y conocidos, entre ellos Tutmosis I, Hatshepsut, Akenatón y Tutankamon.
rqm