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abida.ventura@eluniversal.com.mx
El proceso de mantenimiento preventivo y correctivo que la empresa Mega Arquitectos, S. A. de C. V. realizó en el Hemiciclo a Juárez sigue preocupando a los restauradores que habían denunciado una mala intervención, a pesar de que el gobierno de la Ciudad de México descartó daños en el monumento.
“Es evidente que usaron pintura; hay huellas de aspersión y pintaron sin limpiar la superficie”, reiteró ayer la restauradora Verónica Chacón. En una visita al sitio, mostró a este diario algunos detalles por los que sostiene que los trabajadores subcontratados por dicha empresa intervinieron mal el Hemiciclo, entre ellos las diferencias de color y textura sobre la superficie del monumento, escurrimientos de pintura y huellas de óxido de un jarrón de bronce sobre la superficie de uno de los remates de la parte alta. “Esos escurrimientos de óxido solo están en la parte de atrás. Pasaron el aspersor por enfrente y ni siquiera limpiaron esta parte”, explica.
El sábado, el gobierno de la Ciudad de México señaló en un comunicado que las acciones que se realizaron en el monumento fueron en la parte baja del Hemiciclo debido a la presencia de grafiti, y que fue necesario aplicar una capa protectora para evitar daños en el futuro. “Si fuera solo por los grafitis no habría pintura en la parte de arriba”, dice Chacón. Además, una capa protectora a este tipo de monumentos debe ser traslúcida. “No tiene porque tener una colorimetría, el blanco ya es color”, añade.
Según el Gobierno de la Ciudad de México, estos trabajos fueron autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el 11 de enero pasado, bajo la supervisión de personal de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto, misma que retiró el sábado los sellos de suspensión que había colocado el viernes por daños al monumento.
Sin embargo, por determinación de la Ley Federal de Monumentos, el Hemiciclo a Juárez, construido en 1910, debería estar bajo el cuidado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que es la instancia encargada de la protección del patrimonio artístico del Siglo XX.