Artesanos y comerciantes que laboran al interior de Chichén Itzá solicitarán a la organización "New Seven Wonders" aclare si su presencia en este sitio maya pone en riesgo la denominación de El Castillo, como maravilla del mundo moderno.

El asesor jurídico de la organización de artesanos de Chichén Itzá, Villevaldo Pecho Moo, indicó que con esta medida pretenden refutar la versión de empresarios del sector hotelero y turístico de Yucatán y Quintana Roo, quienes se oponen a que estas personas trabajen en el sitio.

En rueda de prensa, indicó que en los próximos días enviarán un escrito para solicitar una versión oficial sobre si la presencia de vendedores ambulantes al interior de Chichén Itzá es motivo para retirar la nominación de El Castillo.

A su vez, el representante de unos 800 artesanos que laboran en forma directa en la zona arqueológica, Juan Pablo Euan Cen, consideró que se trata de una estrategia para desacreditar a los artesanos, y responsabilizó al presidente de la Asociación de Viajes de Quintana Roo, Sergio González Rubiera.

Solicitó al dirigente turistero se retracte públicamente por sus declaraciones, y aseguró que la "New Seven Wonders" no emitió ningún comentario.

Consideró que tras las declaraciones de diversos líderes turisteros se encuentran empresarios del ramo que son dueños de las tierras que circundan el sitio maya o que poseen tiendas comerciales al interior de la misma, por lo que consideran a los artesanos como competencia.

"Nosotros no vamos a reubicarnos, porque esto es sinónimo de desalojo, ya una vez lo sufrimos y, como hoy, nos quieren tratar como delincuentes y somos gente trabajadoras de la que dependen miles de personas de manera directa e indirecta", dijo.

Euan Cen insistió en que "las declaraciones de González Rubiera dañan nuestra imagen, como lo han hecho varios funcionarios públicos y empresarios", aseveró.

Por su parte, el secretario de la organización, Susano Pech Cen, solicitó a director del Patronato Cultura -que opera el parador turístico de Chichén Itzá-, Dafne López Martínez, reinice las mesas de diálogo, junto con otras instancias estatales y federales, para buscar una solución a la problemática.

Lo que queremos, señaló, es que a los aproximadamente 800 artesanos-comerciantes se nos reconozca formalmente nuestro espacio de trabajo al interior de la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Entre otras demandas también está que el INAH y otras autoridades expropien unas 700 hectáreas de las que se encuentra la ciudad maya y propiedad de una familia de apellido Barbachano.

Además, se destine 15 por ciento de los ingresos de taquilla que captan Cultur e INAH por concepto de ingreso y se destine al desarrollo del municipio de Tinum, así como de varias de sus poblaciones como Pisté, donde se ubica el sitio maya.

sc

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