Trabajadores académicos, docentes, investigadores, artistas, administrativos, técnicos y manuales adscritos a los sindicatos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Centro Nacional de las Artes (Cenart) realizaron este día una brigada por la defensa del patrimonio cultural en la explanada del Museo Nacional de Antropología para reiterar su rechazo a la iniciativa de creación de la secretaría de Cultura.

Una manta gigante en la que manifestaban su rechazo a la creación de la secretaría propuesta por el Ejecutivo en septiembre pasado se podía ver sobre la explanada del recinto ubicado en Reforma y Chapultepec, mientras que algunos trabajadores repartían trípticos con información sobre sus motivos para estar en contra de esta iniciativa y recababan firmas de las personas que este domingo visitaban el museo.

Las actividades de esta jornada de información y rechazo comenzaron al medio día, pero en ningún momento se cerró el acceso a los visitantes del museo.

Bajo una carpa, algunos músicos y oradores tomaron el escenario para compartir su talento y expresar su apoyo a esta brigada nacional que también tuvo presencia en otros recintos administrados por el INAH.  De acuerdo con Alba Barrios, profesora investigadora asociada de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, también se llevaron a cabo actividades en el Palacio de Cortés de Morelos, en la pirámide de Cholula, Puebla, en San Juan de Ulúa, Veracruz, en el Museo Regional de Jalisco, y en el Museo Regional de Guerrero, en Chilpancingo.

“Estamos invitando a la población a que se entere sobre la iniciativa para crear la secretaría de Cultura, que tiene como objetivo oculto la privatización. Aunque no lo dice de manera clara, tiene la frase del uso intensivo de la infraestructura cultural, que implica privatizar algo que es nuestro patrimonio histórico, cultural, artístico, arqueológico y paleontológico, lo cual es una afrenta al pueblo de México porque nuestros derechos culturales se ven afectados”, comentó Barrios a este diario.

En la información distribuida a los visitantes del museo, los manifestantes definen diez razones para rechazar esta iniciativa, entre ellas señalan que “su objetivo real es explotar económicamente el patrimonio e infraestructura culturales de la nación, ofreciéndolos a la iniciativa privada para enriquecer a unos cuantos”. También indican que se “rompe la unión entre educación y cultura que es fundamento de la identidad y de la unión social de los mexicanos”, además de que “el Estado no asegura los derechos culturales de la población, en cambio invade las responsabilidades de las instituciones que sí tienen leyes vigentes”.

cvtp

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