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Desde el concurrido cruce de Madero y Eje Central, el edificio conocido como El Rule, que se encuentra a un costado de la Torre Latinoamericana, aún parece abandonado y sin grandes avances en su recuperación, pero los mayores resultados de la cirugía integral a la que ha sido sometido desde hace cinco años están en sus cimientos y paredes interiores.
Después de que en 2010 el gobierno del Distrito Federal y la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, con apoyo del World Monuments Fund (WMF), iniciaron los trabajos de recuperación y rehabilitación integral del inmueble, los arquitectos e ingenieros han logrado cimentar, apuntalar y consolidar la estructura del edificio de cinco pisos que fue parcialmente demolido y abandonado después de los sismos de septiembre de 1985.
Hasta hoy, la recuperación del recinto que ocupó parte del Convento de San Francisco ha representado una inversión de 30 millones de pesos y registra un avance de 60%, según información de la Secretaría de Cultura.
Cuando en 2010 se anunció el inicio de los trabajos de recuperación, las autoridades afirmaron que el edificio estaría listo un año después, pero las obras aún continúan y todavía no hay fecha precisa de apertura. El motivo del retraso, explican, ha sido la necesidad de gestionar fondos para su conclusión, lo cual se logró hasta 2014.
El proyecto principal de recuperación se ha mantenido a lo largo de estos cinco años, lo que ha cambiado son los planes de albergar allí la Casa de Cultura de Colombia que había anhelado Gabriel García Márquez.
En 2007, aproximadamente, tras una visita de García Márquez al Centro Histórico, planteó la idea de que Colombia tuviera un centro cultural en México. Entonces comenzó a echarse a andar aquel sueño en El Rule.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura y la Fundación del Centro Histórico, una vez recuperado el edificio albergará un Centro de Artes y Oficios de Cultura Digital, en el primer piso; una Incubadora de Empresas Culturales, en el segundo, y una Aceleradora de Empresas Turísticas y un Centro de Atención y Protección de Visitantes, en el tercero. Estos proyectos estarán a cargo de las dependencias culturales y turísticas del GDF. Con recursos de la Fundación del Centro Histórico se instalarán una cafetería y zona de gastronomía en el cuarto piso, y un restaurante, en la terraza del quinto piso.
En su plaza al aire libre se habilitará un foro multidisciplinario para actividades artísticas y culturales, cuyo nombre, por definir, será alusivo al autor de Cien años de soledad y a su obra.
La rehabilitación. La historia del rescate de este sitio que a finales del siglo XIX fue sede del Hotel Lara y en los años 30 albergó la sala Cinelandia, en realidad se remonta hasta 2002, cuando la Fundación del Centro Histórico, la Secretaría de Cultura, el Fideicomiso y la Autoridad del Centro Histórico del GDF comenzaron a desarrollar un proyecto conjunto para rescatarlo, pero fue hasta 2010 cuando iniciaron las obras de rehabilitación, con apoyo financiero de World Monuments Fund y recursos de la Fundación y el Fideicomiso del Centro Histórico del GDF. Para la recuperación se calcula una inversión total de 63 millones de pesos.
En los últimos cinco años, el proyecto, que cuenta con asesoría de los institutos Nacional de Antropología e Historia y Nacional de Bellas Artes, ha logrado cimentar, apuntalar y consolidar la estructura de este edificio que había quedado casi en ruinas.
Situado en un punto estratégico del Centro Histórico, junto a la Torre Latinoamericana y el Palacio de Bellas Artes, ese recinto conocido como El Rule conserva cerca de cinco siglos de historia. De acuerdo con el cronista Fray Bernardino de Sahagún, en esa zona se ubicaba el llamado zoológico de Moctezuma; a principios del siglo XVI, los franciscanos construyeron en ese terreno el primer convento de esa orden en la Nueva España y justo en el sitio donde ahora está el edificio, en 1780, se construyó la capilla del Santo Cristo de Burgos, de la cual aún se conservan algunos vestigios.
En el siglo XIX, sobre las ruinas de la capilla se construyó el Hotel Lara, un edificio de dos pisos que luego, a principios del siglo XX, se convertiría en una casona de cinco pisos propiedad de la familia Rule, quienes le añadieron una nueva fachada neoclásica. En los años 30, el inmueble albergó el Cinelandia, pero los sismos de 1985 afectaron su estructura. Desde entonces, del edificio original sólo se conservan la primera crujía y la fachada.
Con el proyecto de recuperación actual, de acuerdo con la Secretaría de Cultura, en la primera etapa “se solucionaron los problemas estructurales mediante la construcción de un arnés con vigas de acero para retirar la madera apolillada y para colocar las patas que lo sostengan”. Además se construyó toda la estructura de acero, así como los pilares y los entrepisos del edificio. Estas soluciones técnicas permitieron conservar los muros antiguos, tanto
los vestigios históricos de la capilla,
como la fachada que data de principios del siglo XX y que está catalogada por el INBA.
La fachada de estilo neoclásico ha sido sometida a trabajos de restauración, limpieza y tratamiento para conservar gran parte del original. Actualmente, indican, “muestra un estado aceptable y por lo tanto tiene un gran valor artístico”.
Para resucitar el espacio, el personal encargado de la obra dividió el proyecto en cuatro etapas. Hasta ahora han terminado dos: el desarrollo del proyecto, y la cimentación y consolidación. Actualmente, explican, están en proceso de finalizar la rehabilitación, que incluye trabajos como la colocación de un elevador, la fabricación y colocación de escaleras; la ejecución de instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, acabados y la construcción de divisiones internas.
La última etapa consiste en el equipamiento y la puesta en marcha de los distintos proyectos y programas del espacio que se proyecta como “una nueva puerta” al Centro Histórico de la ciudad.