En el año 79 a.C., Pompeya, la antigua ciudad de Roma sufrió una de las mayores tragedias de la historia cuando la erupción de un volcán aledaño, el Vesubio, causó la muerte de más de 2 mil personas que no tuvieron manera de escapar a la fuerza de la lava.
Según escritos de Plinio el joven -abogado, escritor y científico que fue testigo del fenómeno natural-, la erupción tuvo lugar “el noveno día de las calendas de septiembre”, pero estudios actuales infieren que la tragedia ocurrió dos meses después, en noviembre.
Las razones para pensar en una nueva fecha son diversas. Está la vestimenta que portaban los cadáveres, las cuales eran de lana, un material inapropiado para el caluroso mes de septiembre. Además, a la zona se le asocia con granadas, fruta típica del mes de noviembre.
El superintendente de Bienes Culturales de Pompeya y Herculano, Massimo Osanna, dijo, de acuerdo al portal ABC, que las nuevas dudas acerca de la fecha surgieron a raíz de análisis realizados a cuerpos hallados en los yacimientos.
Por otro lado, Osanna plantea la hipótesis de que las ropas de lana que comenta Plinio el joven pudieron usarse de manera intencional por los pobladores para intentar cubrirse de las temperaturas extremas y de las piedras volcánicas. Sin embargo, aún no se ha llegado a la conclusión final.
Actualmente se encuentra en marcha el "Gran Proyecto Pompeya", que busca resguardar la región, ahora turística, con cuarenta nuevos vigilantes e instalaciones de sistemas de videovigilancia como parte de un plan de conservación financiado por la Unión Europea.
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