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Arqueólogos estadounidenses de la Universidad de Cincinnati descubrieron en Grecia la tumba de lo que parece haber sido un importante soldado de unos 3 mil 500 años de antigüedad, sepultado con fina joyería y diversas herramientas.
El esqueleto masculino yacía tendido de espaldas en un ataúd de madera desde el 1500 a.C., aproximadamente, con las armas dispuestas de su lado izquierdo y un valioso tesoro en su costado derecho, compuesto por piezas como una cadena de perlas, anillos, vasijas de plata y peines de marfil.
La tumba mide dos metros de largo por 1.5 de ancho y fue descubierta por la pareja de arqueólogos Jack L. Davis y Sharon R. Stocker en las excavaciones iniciadas en mayo pasado cerca de la población Pilos, en el sitio del palacio de Néstor, construido en la península del Peloponeso entre el 1300 y el 1200 a.C., cuyas ruinas fueron descubiertas en 1939.
Este hallazgo es, de acuerdo con declaraciones del ministro de Cultura griego a The New York Times, “el más importante que se ha llevado a cabo en los últimos 65 años en la Grecia continental”. Se cree que se trataba de un guerrero poderoso, comerciante o ladrón que murió entre los 30 y 35 años.
El esqueleto tenía una espada de bronce con la empuñadura de marfil cubierta de oro y una daga también con empuñadura dorada. Sobre su pecho y estómago se encontraron tazas de oro y un collar también del metal precioso en perfecto estado de conservación.
Cerca del cuello del sujeto se hallaron regadas más de mil cuentas de cornalina, amatista, jaspe, ágata y oro, además de cuatro anillos de oro y copas de plata, así como cuencos de bronce, vasos y jarras, todos de metal.
La joyería está decorada al estilo de la civilización minoica, una cultura que floreció en la isla de Creta durante la Edad de Cobre y que subsistió hasta la Edad de Bronce.
Sobre la identidad del sujeto, Shari Stocker, investigador de la Universidad de Cincinnati, dijo al medio neoyorquino que “quienquiera que fuera, parece haberse hecho célebre por el comercio o luchando en la isla cercana de Creta”. El especialista destaca la sofisticación con la que fueron elaboradas las piezas de joyería.
Los especialistas aguardan a someter los vestigios de la tumba a las técnicas modernas de estudio de ADN que puedan ofrecer detalles sobre el origen del hombre y fechar con exactitud la edad del vestigio. Si se pueden obtener muestras de ADN de los dientes del individuo, esto podría revelar incluso en qué lugar de Grecia nació.
rqm