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La Unesco alertó hoy sobre un pillaje arqueológico "a escala industrial" en Siria, donde los yihadistas del Estado Islámico (EI) han asolado importantes yacimientos como el templo de Palmira, y pidió que se implementen medidas más efectivas contra el tráfico de antigüedades.
"Las imágenes de satélite (...) muestran yacimientos arqueológicos en Siria acribillados por agujeros, excavaciones ilegales y pillaje masivo que está ocurriendo a escala industrial", denunció la directora general de la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova.
En un discurso pronunciado en Sofía en una conferencia organizada en Bulgaria contra el saqueo arqueológico en Siria y facilitado por la Unesco en París, Bokova insistió en que se debe fijar como prioridad el "combate contra el tráfico ilícito de propiedad cultural" porque sirve para financiar al terrorismo islamista.
"No es cierto que estemos abocados a ver cómo desaparece la herencia de la humanidad", agregó la máxima responsable de la Unesco, que aplaudió que 129 países hayan ratificado la convención de esa organización contra ese tipo de delitos, pero que pidió "medidas concretas, incluyendo el control de las exportaciones e importaciones".
El EI destruyó el histórico templo de Baal en Palmira el pasado 23 de agosto, después de haber colocado gran cantidad de explosivos en el monumento de 2.000 años de antigüedad, situado a decenas de metros del teatro romano.
Palmira, cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es considerada una reliquia única del siglo I a.C. y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano por las columnas de su famosa calle principal y por sus templos, entre ellos el de Baal.
Esta localidad fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
cvtp