La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, calificó hoy de "crimen intolerable contra la civilización" la destrucción del templo de Bel en Palmira, que la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura considera "un los monumentos religiosos más importantes del siglo I a. C. en Oriente".

"La destrucción de Palmira constituye un crimen intolerable contra la civilización, pero no borrará nunca 4 mil 500 años de historia", declaró Bokova en un comunicado.

Un análisis de imágenes por satélite efectuado por la ONU ha confirmado que el edificio principal del templo de Bel, en la localidad arqueológica de Palmira (centro de Siria) y en manos del grupo terrorista Estado Islámico (EI), ha sido destruido.

La máxima responsable de la UNESCO subrayó que es "fundamental explicar la historia y el significado de los templos de Palmira", una ciudad que "encarna las aspiraciones más elevadas de la humanidad".

"Cada uno de estos ataques nos llaman a compartir aún más el patrimonio de la Humanidad, en los museos, en los colegios, en los medios de comunicación y en casa", agregó.

Bokova destacó que lanza ese llamamiento a ciudadanos de todas las nacionalidades y todas las religiones, en particular "en el mundo árabe y musulmán".

"La energía de la Cultura es más fuerte que todos los fanáticos y nada puede sofocarla", concluyó.

Este es el segundo templo de Palmira que los extremistas han atacado en agosto, tras hacerse con el control total de la ciudad arqueológica el pasado mayo.

El EI destruyó el histórico templo de Baal en Palmira el pasado 23 de agosto, después de haber colocado gran cantidad de explosivos en el monumento de 2 mil años de antigüedad, situado a decenas de metros del teatro romano.

Palmira, cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es considerada una reliquia única del siglo I a. C. y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano por las columnas de su famosa calle principal y por sus templos, entre ellos el de Baal.

Esta localidad fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.

sc

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