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BEIRUT/DAMASCO. Imágenes propagandísticas publicadas ayer por el grupo extremista Estado Islámico muestran supuestamente a insurgentes colocando explosivos y volando el templo de Baalshamin, de 2 mil años de antigüedad, en la histórica ciudad de Palmira.
Las imágenes, publicadas este martes en redes sociales por seguidores del grupo, dejaron ver a milicianos que llevaban barriles cargados con explosivos y colocándolos dentro del templo.
Otras imágenes mostraban contenedores conectados con alambres adosados a las paredes y columnas del templo. Una más retrató una nube de humo gris saliendo del templo y luego otra del edificio reducido a un montón de escombros. Un texto que acompañaba a las fotografías decía: “La completa destrucción del templo pagano de Baalshamin”.
El jefe de antigüedades de Siria, Maamoun Abdulkarim, dijo a Reuters que las imágenes parecían mostrar la destrucción del templo Baal Shamin y se ajustaban a las descripciones de los residentes sobre la explosión que se cree tuvo lugar el domingo pasado.
Agencias de prensa como Reuters y Associated Press informaron que pudieron verificar las imágenes de forma independiente. Sin embargo, indicó AP, se hicieron públicas de la misma forma que otra propaganda del grupo y llevaban incorporado el logo que suele utilizar en la ciudad de Palmira, en la provincia de Homs, en el centro de Siria.
Un residente de Palmira había dicho a AP que el templo fue destruido el domingo, un mes después de que militantes lo llenasen de trampas con explosivos.
La UNESCO calificó el lunes la destrucción del templo como un crimen de guerra.
La historia del templo. El templo, un edificio construido con enormes bloques de piedra de varios pisos tenía seis enormes columnas al frente y estaba consagrado al dios de la lluvia y las tormentas. Formaba parte de un complejo de la época romana en el que hay otros templos dedicados a diosas y dioses, entre ellos el más grande y de mayor antigüedad conocido como Templo de Bel. Expertos y residentes temen que el grupo destruya otras ruinas.
La UNESCO describió el templo de Palmira y los sitios que lo rodean como símbolos de la histórica diversidad cultural de Siria.
“Se mantuvo por más de mil 800 años (...) Era una hermosa atracción turística” , dijo Maamoun Abdulkarim vía telefónica. Recordó que la semana pasada el grupo extremista decapitó a Khaled al-Asaad, un arqueólogo de 82 años quien durante medio siglo fue el encargado de la conservación de Palmira, Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El grupo, que controla partes de Siria e Irak, capturó Palmira en mayo pero inicialmente no dañó sus lugares antiguos, aunque según activistas utilizó el anfiteatro romano para asesinar a personas que acusaba de simpatizar con el Gobierno.
En Palmira se encuentran algunas de las ruinas romanas más extensas y mejor preservadas del mundo. Reuters y AP