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Un papiro egipcio de hace 2 mil 480 años, actualmente resguardado en el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, ofrece un vistazo a la igualdad de circunstancias legales entre hombres y mujeres egipcios a casi 500 años del inicio de la nuestra era, durante el periodo tardía de Egipto -de las dinastías XXVI a la XXI-, caracterizado por el dominio persa.
Se trata de un acuerdo nupcial escrito en demótico -una variación de la escritura hierática y la jeroglífica que se convirtió en la caligrafía oficial en la última etapa del Antiguo Egipto- que garantiza a la contrayente, en caso de divorcio, una remuneración de 1.2 piezas de plata y 36 sacos de grano cada año por el resto de su vida.
(FOTO: oi-idb.uchicago.edu)
La egiptóloga de la institución universitaria Emily Teeter dijo al portal Atlas Obscura que "la mayoría de la gente no tiene idea de que las mujeres en el Antiguo Egipto tenían los mismo derechos legales que los hombres".
Le egipcias, sin importar su estado civil, podían celebrar contratos, demandar y ser demandadas, además de fungir como jurados y testigos en un proceso. Ellas podían adquirir y poseer bienes.
Relata la especialista que documentos nupciales como este, que en particular tiene 2.4 metros de largo, podían tramitarse en cualquier momento de la relación, incluso al término del vínculo marital.
Otro papiro que forma parte de un compendio de documentos legales, preservados en el Museo Británico y provenientes de la ciudad de Siut, al norte de Egipto, datados entre los años 181 y 169 a.C., lista para un marido los bienes de que su esposa trajo consigo al matrimonio y, en caso de separación, le compromete a reponer dicha aportación.
De acuerdo con el portal fuente, la mujeres egipcias no eran las únicas protegidas por la legislación de la última etapa del Antiguo Egipto, De acuerdo con otro testimonio grabado en piedra, resguardado por el Instituto Oriental, Egipto fue el sitio de la primera huelga registrada de la historia. El grabado describe cómo hombres encargados de la construcción de tumbas reales abandonaron sus labores y colocaron sus herramientas hacia abajo, negándose a seguir trabajando hasta que fueran pagados.
rqm
