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Durante décadas, de acuerdo con el investigador Guillermo Bernal Romero, el glifo T514 fue un enigma. Ahora, después de mil 700 años, ha sido descifrado y será posible comprender a detalle alrededor de 50 inscripciones, todas de carácter bélico, del mundo maya.
Hasta ahora, la más importante revelación que se ha dado gracias a esta decodificación es el nombre de la tumba del Rey Pakal: “La Casa de las Nueve Lanzas Afiladas”.
La investigación, realizada por el Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, descifró que el glifo significa yej: filo. Con este significado se podrán asimilar textos que eran incomprensibles o que no se entendían bien sobre temas como guerras, capturas, nombres de casas, de dioses o de patronos de la guerra.
En conferencia de prensa, el investigador comentó que descifrar el enigma fue resultado de una búsqueda sistemática bajo otras líneas de investigación. Por ejemplo, al estudiar diversos aspectos del jaguar, animal sagrado para los mayas, Bernal Romero revisó varios cráneos; al ver el molar superior, llamado diente carnicero, tuvo impresión de que su forma la había visto en alguna parte: en un glifo. La forma básica del misterioso logograma refleja la temible pieza dental, que para los mayas fue un referente adecuado para expresar la palabra yej: “filo” ; al unir los glifosyej y te, “lanza” formaron la expresión yej te, “lanza afilada” .
“Nos faltaba una pieza del rompecabezas, sabíamos que la tumba, por ejemplo, se llamaba la Casa de algo, pero ahora ya podemos leer el nombre completo. Es un nombre relacionado con la guerra, con los nueve guerreros que fueron representados en los muros de la cámara mortuoria de Pakal. Todas las piezas del rompecabezas van cayendo en su lugar”, dijo Bernal Romero.
El investigador detalló que el nombre glífico de este recinto funerario está registrado en el Templo de las Inscripciones del mismo edificio.
Agregó que se trata de un importante logro epigráfico porque hay 50 inscripciones que relatan guerras, invasiones, entradas a ciudades, sacrificio de prisioneros, y ahora se podrá entender cómo los mayas no sólo eran grandes pensadores, también eran combativos e incluso hacían uso de “extrema violencia”.
“A los mayas se les ha reconocido también como un pueblo pacífico, pero ahora podemos corroborar que tenían una filosofía guerrera, con todo un esquema afincado en las creencias de los dioses. Los mayas, como todas las sociedades del mundo antiguo, eran guerreros, pero se les ha idealizado, aunque su rostro más auténtico, el más atractivo es el que tiene que ver con su lado combativo”, dijo.
Otro de los ejemplos de cómo esta decodificación aporta elementos para la investigación es que en la escalera jeroglífica de Palenque registra que en el año 659 d.C, fueron capturados varios jerarcas de las ciudades de Santa Elena y Pomoná, Tabasco, por las lanzas afiladas de dios B’olon Yookte’ (deidad patrona de la guerra) y de K’inch Janaahb’ Pakal, acreditando la victoria a ambos, como resultado de un esfuerzo conjunto, humano y divino.
“Hay glifos que aparecen de vez en cuando, a veces sólo están una sola inscripción, pero éste lo encontramos en repetidas ocasiones, por eso era ya un dolor de cabeza”, dijo.
Bernal insistió en que si bien conocer el significado de yej no altera la historia conocida del mundo maya, sí aporta elementos para contextualizar y ampliar indagaciones e investigaciones. “A veces un sólo glifo puede provocarnos dudas sobre toda una inscripción. Ya sabíamos que eran bélicos, pero ahora hemos dado un salto comprensivo en el detalle, en la comprensión de las cosas”.
Bernal Romero comentó que existen alrededor de mil 500 glifos mayas diferentes. Hasta ahora se han descifrado alrededor de 80% .
Finalmente Bernal indicó que en México no se valora lo suficiente el trabajo de los epigrafistas, por lo que este logro comprueba que en el país se cuenta con grandes talentos.
Este hallazgo ocurre a 63 años de haber sido descubierta la cámara funeraria más imponente y de la América Precolombina, ocurrida el 15 de junio de 1952.