ana.pinon@eluniversal.com.mx
El pianista Abdiel Vázquez regresa al Palacio de Bellas Artes con una sólida carrera, con una importante proyección internacional y con el compromiso de compartir su talento con las nuevas generaciones. Además vuelve al recinto para celebrar 10 años de su debut en el máximo escenario cultural del país.
En este concierto que se realizará el 6 de mayo a las 19:00 horas en la Sala Principal, el músico interpretará obras de Ludwig van Beethoven, Serguei Rajmaninov, Frédéric Chopin y Franz Schubert, que asegura, le significan un gran reto técnico, además de ser muy demandantes por las implicaciones emocionales; también son piezas que ha tocado alrededor del mundo.
Abdiel Vázquez cuenta que se trata de un programa poco frecuente en los grandes foros musicales.
El pianista, nacido en Monterrey, Nuevo León, ofrecerá un gran encore con el que rendirá tributo a un importante artista de la cultura popular.
Tu trabajo ha generado público para el piano
Hemos buscado a los públicos, queremos abrir la demanda y tocar puertas, queremos romper los obstáculos. No queremos quejarnos y esperar que los demás solucionen los problemas, sino buscar nosotros las respuestas.
¿Buscas un mismo fin con los músicos de tu generación?
Nuestro deber es compartir, abrir puertas para los demás, para nosotros y para las siguientes generaciones. No deberíamos satisfacer ambiciones personales, creo que tendríamos que pensarnos como un conjunto, como un todo. Tuve maestros muy generosos que siempre estuvieron ahí, trabajando, compartiendo, maestros que no buscaron una carrera glamorosa como concertistas, sino que compartieron su sabiduría con los más jóvenes. Es gracias a ellos que tenemos ahora artistas jóvenes con muchísimo potencial y con muchísimo talento. La cantidad de talento que estamos viviendo en la actualidad es, me parece, un fenómeno nuevo.
¿Cómo has vivido tú el cambio de gobierno en Estados Unidos y la llegada de Trump?
Ha sido como un despertar. Yo siempre trato de ver qué es lo que podemos mejorar para aprender, en este sentido, creo que muchos no pensamos que la amenaza de Donald Trump era inminente, no creímos que la sociedad apoyaría ese tipo de discursos. Pero ahora creo que nos faltó promover con más fuerza la tolerancia, la hermandad, la unidad, así como todos esos valores que nos dan la cultura y la música; todo eso que nos hace entender que no somos diferentes y que por eso debemos buscar la justicia social, la igualdad y la equidad. En Nueva York, la ciudad donde radico, si bien se recibió la noticia con sorpresa, también se ha vuelto una inspiración para preguntarnos qué vamos a hacer para lograr que todos podamos ver el mundo de otra manera. No se trata de señalar a los intolerantes, a los racistas, sino de mostrar al mundo que es posible hacer las cosas de otro modo, de una manera en donde existe el respeto a los derechos.
