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Una de las cantantes de ópera más afamadas del momento es la letona Elina Garanca. Las publicaciones especializadas del género han dedicado páginas, desde hace más de una década, a su talento y le han regalado elogios para resaltar no sólo su voz, también su capacidad interpretativa. New York Magazine, por ejemplo, por su papel de Carmen de la ópera de Bizet, la llamó “la virtuosa de la indiferencia”; en Opera News incluso se aseguró que la cantante iba más allá de la perfección.

La mezzosoprano ha pisado las principales casas de ópera, incluyendo el Metropolitan Opera House, Royal Opera House, la Ópera Estatal de Baviera y la Ópera Estatal de Viena, donde se convirtió recientemente en la cantante más joven en ser honrada con un Premio Kammersängerin.

Además, desde que se convirtió en una artista exclusiva de Deutsche Grammophon en 2005, una de las más prestigiosas del mundo, ha acumulado una extensa discografía; también ha sido protagonista de numerosas transmisiones de ópera y conciertos, aparece frecuentemente en documentales y programas de entrevistas. Su libro de recuerdos, Wirklich wichtig sind die Schuhe ( Los zapatos son realmente importantes), fue publicado por Ecowin Verlag de Austria el año pasado.

Elina Garanca se presentará por primera vez en México. Ofrecerá un concierto el 11 de enero en la Sala Nezahualcóyotl, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Minería. El programa estará conformado por arias de Carmen, Sansón y Dalila, La doncella de Orleans, Cavalleria rusticana y La favorita. Romanzas de zarzuelas: El barberillo de Lavapiés, El barquillero y El niño judío. Obras orquestales de Mijail Glinka, Camille Saint-Saëns y Manuel de Falla.

¿Cómo ha vivido la transformación de la industria discográfica? ¿Cómo ve el panorama de la producción y distribución digital?

Para ser honesta, nunca consideré que mi voz fuera “grabable”, así que desde el principio me sorprendió mucho que Deutsche Grammophon me ofreciera un contrato, pero tengo que decir que es un honor increíble tener tu voz grabada y dejarla para la historia. Muchos otros cantantes no tienen ese privilegio. Extraño, de alguna manera, la vieja manera de ir a tiendas y buscar grabaciones y luego por casualidad encontrar algo nuevo. Todo mi comienzo en mis estudios fue escuchando e intentando copiar viejas grabaciones. Pero sí, hoy en día la tecnología se ha desarrollado y es el requisito que tenemos que ajustar, por lo que lo hacemos.

Usted ha dicho que las mezzosopranos suelen cantar las mismas canciones La Favorite, Carmen... ¿Qué tan difícil ha sido encontrar repertorio más diverso?

Me aburro con facilidad. Necesito nuevos retos para mí, así que es natural que siempre busque cosas nuevas. Pero, soy un sirviente para mi público, y si el público quiere oírme cantar Carmen por 87ª vez, entonces lo hago ¡y daré todo lo que tengo para esa audiencia!

¿Cree que su belleza ha definido de alguna manera los papeles que le ofrecen?

Definido, no; ¿influenciado?, no lo creo; ¿ayudó?, probablemente sí. Pero no conozco a ninguna cantante que se miró por primera vez en un espejo y dijo: “Oh, soy una chica bonita, debería ser una cantante de ópera”. Se nos recuerda constantemente que hoy en día la ópera se ha vuelto cada vez más visual, con transmisiones HD, con trajes que se nos pide que lleven debido a las producciones modernas, por lo que uno es consciente de ello. Trabajo para mi cuerpo. Cuido lo que como, voy al gimnasio y en general pienso en cómo hacer que mis papeles parezcan creíbles. Tengo 40 años, y en mayo voy a tener que trabajar con un chico de 17 años, sigo pensando en cómo haré que eso funcione ...

Los críticos siempre han elogiado su naturaleza interpretativa y su increíble voz. ¿Es difícil mantenerse en la cima y en la perfección?

¡Es un trabajo diario, sí! Trabajo regularmente con mi profesor de voz, hablo con grandes directores de escena, leo, observo. Somos atletas, la condición corporal requerida es de un deportista, a la que sumamos lo esotérico, la espiritualidad, la intuición, la experiencia, la fantasía y la generosidad.

En una entrevista dijo que cuando empezara su propia familia, se alejaría un poco del estrés de la ópera. ¿Lo ha hecho? Cuando tiene una familia, ¿se piensa menos en la fama?

¡Absolutamente! Pero nunca pienso en la fama. Tengo mis propios estándares que necesito llenar para ser feliz, y no se vuelven más suaves porque siento que soy más famosa. Todo lo contrario. Pero mi familia me ayuda a olvidar los ensayos y me hace darme cuenta de que el escenario es un mundo de fantasía —hermoso, exitoso, satisfactorio, desafiante—; pero después de tres o cuatro horas la audiencia regresa a su casa con su familia. Así que ahora, teniendo mis hijos, hago lo mismo.

¿Cuáles son sus expectativas de México? ¿Qué le han contado del país?

Creo que la carta de presentación más alta y más fuerte para conocer algo de México ha sido Rolando Villazón; él no solo habla mucho de México y de sus cantantes, sino que además canta canciones mexicanas en sus conciertos. Sabía por supuesto de Agustín Lara, Consuelo Velázquez. He sido fan a lo largo de los años de Lila Downs, su voz me ha tocado realmente y me está conmovido de manera muy especial. Y creo que no hay nadie que pueda alejarse del gozo de vida que significa la música con Mariachis. Por supuesto también conozco la obra de Frida Kahlo. De modo que conozco muchas cosas de México, pero sé que México es mucho más ¡y no puedo esperar para ver toda la vida y la experiencia con mis propios ojos! Soy una persona espiritual y la cultura maya siempre me ha interesado. Creo que la sociedad moderna está perdiendo y ha perdido tanto contacto con la naturaleza, así que espero ser capaz de tocar el mundo profundo y perdido de México.

¿Cómo eligió lo que cantará en México?

Me pidieron que hiciera algunos destacados de mezzo, y yo quería traer un programa donde creo que puedo reflejar muchos lados diferentes de lo que soy como artista.

Disfruta particularmente de la música y cultura española. ¿Por qué?

La música y el idioma español tienen una velocidad, un ritmo y un estilo muy especiales. Hacer bien una zarzuela es muy duro, pero tiene una chispa increíble. Creo que España es muy orgullosa, pero también muy generosa. Además vivimos en el sur de España, donde tenemos 320 días de sol. Los inviernos en Letonia son oscuros, fríos, necesito luz. Así que huyo al sur.

Tiene fuertes lazos familiares y personales con los músicos. ¿De qué manera le influenciaron? ¿Conoció el mundo de la música y sus demandas más rápidamente?

Obviamente creciendo en una familia de músicos hubo muchas cosas que ya conocía y sentía y entendía sin siquiera aprenderlas. Hay un instinto musical que me dieron escuchando música en la barriga de mi madre. Las cosas que no pude hacer cuando era joven no significaron para mí un sacrificio, como no ir a fiestas o estar lejos de mi familia. Mi satisfacción fue y es estar en el escenario. Ahí es donde siento que puedo expresarme mejor. Soy consciente de lo que se me ha pedido, pero tengo mis propios estándares, expectativas y moral. Ésos no han cambiado de cuando tenía 17 años a ahora. ¿Quieres tener éxito?, tienes que trabajar. ¿Deseas disfrutar de días relajados de la vejez?, trabaja cuando eres joven y fuerte.

Es parte de una generación que está tratando de estar más cerca de la audiencia y derribar la imagen de la diva inaccesible y elitista. ¿Está de acuerdo?

En realidad no... siempre me gustó el misterio. Me gusta descubrir las cosas cuando hablo con la gente, cuando puedo tener una conversación con ellos. No soy una prostituta, no necesito servir a todos. Y no quiero compartir todo lo que tengo con todo el mundo. Mi vida privada y mis hijos, marido, casa, eso es mío. Después de una actuación no voy a la casa de mi público para ver cómo es su vida, así que no sé por qué yo debo mostrarles cómo es la mía. “Diva” viene de la palabra inglesa “Devine” —algo que realmente no podemos alcanzar, algo que es especial, algo que nos da la posibilidad de tener fantasías e imaginación— ¡Me gustaría ser eso!

Hay una broma en México sobre los cantantes de ópera, que dice que los mezzosopranos son eternas aspirantes a soprano. ¿Qué piensa?

Realmente no aspiro a morir cada dos noches en el escenario, asesinada, sufriendo una larga enfermedad o estar a punto de enloquecer.

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