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La versión facsimilar de la partitura que dio origen al Himno Nacional Mexicano, escrita por Jaime Nunó (1824-1908), forma parte de la exposición Arqueología de un monumento sonoro, abierta al público hasta el 20 de abril de 2017 en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La investigadora María Eugenia Terrones, curadora de la muestra explicó que solo hasta el descubrimiento de esta partitura se pudieron armar los antecedentes del Himno Nacional, establecer su historia y las trasformaciones que ha sufrido.
Detalló que el documento fue localizado hace dos años en el Archivo Gerónimo Baqueiro Fóster del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez del Instituto Nacional de Bellas Aartes (INBA).
“Era el eslabón perdido que nos faltaba para actualizar la historia del Himno Nacional, desde su proceso fundacional en 1853-1854, pasando por su sobrevivencia tras perder su vigencia durante los gobiernos liberales y la Guerra de Reforma, hasta su revalorización de manera oficial durante el porfiriato”, sostuvo la especialista.
Acotó que se trata de una obra que, durante su primer periodo de vigencia, se distribuyó a las bandas del Ejército Mexicano. Esto sugiere que ya se conocía a lo largo y ancho del país hacía 1854, de manera que, a pesar del tiempo de supresión que vivió, permanecía en la memoria musical de los mexicanos.
“Su recuperación vino hacia fines del siglo XIX y fue tocado en un evento internacional: en la inauguración del pabellón mexicano de la Exposición Universal de París en 1900. La versión escrita por Nunó no es la misma que utilizamos actualmente, pues hay una variante esencial: la melodía original está escrita para banda militar”, agregó.
De acuerdo a la curadora, para armar el rompecabezas de la historia del Himno Nacional Mexicano se hizo un rastreo por 36 archivos nacionales e internacionales, tanto públicos como privados.
“De ahí el título de la muestra, porque fue más un trabajo de arqueólogo que de historiador, con el objetivo de recuperar la verdadera historia del Himno Nacional”, indicó.
Dos aspectos coronan la muestra: la parte musical, apoyada por el musicólogo Eduardo Contreras Soto, “a partir de la cual pueden escucharse diferentes versiones de nuestro himno, entre ellas las que se tocan en lenguas indígenas”.
Así como el interactivo que reproduce el Himno Nacional interpretado por la Orquesta Sinfónica de Alientos de la Policía Federal de forma desagregada, por secciones de instrumentos y voz, para que los visitantes aprecien con detalle la magna obra.
“La principal intención es que el público en general y los mexicanos en particular puedan dimensionar la importancia del Himno Nacional y la dificultad que implicó la conformación de este símbolo patrio”, concluyó María Eugenia Terrones.
La muestra Arqueología de un monumento sonoro, de entrada gratuita, es resultado de la colaboración entre la Secretaría de Gobernación y el INBA.
nrv