El tenor Francisco Araiza, uno de los cantantes de ópera más importantes del mundo, regresó a México para recibir la Medalla FIC en reconocimiento a su extraordinaria carrera, para ofrecer un concierto en el Festival Internacional Cervantino el próximo 9 de octubre en el Teatro Juárez y para lanzar la Cátedra Francisco Araiza con la que se busca apoyar el talento de 12 cantantes y cuatro pianistas.
“La Medalla FIC es un reconocimiento que me da una gran satisfacción y felicidad por la magnitud del festival. En los inicios del Cervantino, cuando yo me encontraba en Europa, mis colegas de la Filarmónica de Berlín y de la Filarmónica de Viena me dijeron que habían estado en México invitados por el Festival y que les había parecido una experiencia preciosa e inolvidable”, indicó a medios de comunicación.
Añadió que la llamada fiesta del espíritu ha mostrado al mundo la cultura mexicana. “Ha llenado de placer a los mejores músicos del mundo y el festival se ha galardonado con la presencia de esas orquestas de gran importancia. Desde su nacimiento dio muestra de que perseguía la excelencia”, indicó.
El tenor recordó que debutó hace 30 años en el FIC, en 1986 con un ciclo de obras de Shubert, después regresó en el 92 y en el 97. “Vuelvo al Cervantino para presentar un ciclo de canciones italianas”, dijo.
El cantante nacido en la Ciudad de México en 1950 anunció el nacimiento de la Cátedra Francisco Araiza en diciembre próximo. “Después de mi presentación en Guanajuato vamos a iniciar audiciones y la Cátedra empezará a principios de diciembre. Tengo un conjunto de emociones porque no sólo he recibido la Medalla FIC, también estamos tratando de reinventar esa cátedra del Conservatorio”, dijo.
Explicó que la Cátedra estará enfocada principalmente al lied y abarcará una amplia gama operística. “Un cantante que no es capaz de tener éxito en el terreno operístico, es un cantante limitado, por esa razón nos vamos a enfocar en el lied pero no vamos a dejar afuera el repertorio operístico. Es necesario que los cantantes aprendan las diferencias”, precisó.
La Cátedra, refirió, tendrá los apoyos del INBA y de la Secretaría de Cultura; serán beneficiados 12 cantantes, ocho de ellos del Conservatorio Nacional de Música y cuatro de las demás escuelas de Música; así como cuatro pianistas. “Será una cátedra de élite, por eso será un semillero de cantantes. Habrá cuatro etapas de audiciones, se buscarán a ocho cantantes en el Conservatorio, si no los encontramos nos abriremos a otras escuelas, si tampoco, entonces los buscaremos a nivel internacional. Es posible que no los encontremos (en México) porque la calificación debe de ser muy alta”, advirtió.
“Somos un país con una gran tradición operística, tenemos que recordar que en México se estrenaban las óperas al mismo tiempo que en Europa. Nuestra cultura es tan longeva como la ópera misma, tuvimos grandes compositores del barroco cuyos acervos están todavía en archivos o guardados en muchas iglesias, por eso se está iniciando una campaña para rescatar toda esa música para ponerla a disposición de la gente”, dijo.
Araiza agregó que en México el repertorio es muy limitado. “Lo que se presenta en las diferentes temporadas de Ópera es muy limitado porque por un lado quieren atraer al público y por otro hay pocas posibilidades de producción porque hay que compartir los teatros con otras disciplinas”, indicó.
“De lo que se trata es que haya público ávido de ópera en México y cada quien tiene su manera de matar pulgas y si la Ópera de Bellas Artes piensa que lo logra presentando óperas conocidas y populares, entonces se tiene la oportunidad de experimentar un poco, de crear producciones totalmente nuevas de esas obras para atraer al público joven que es el que le dará subsistencia a la ópera”, dijo.
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