Abdoulaye Traoré (Burkina Fasso, guitarra) y Mohamed Diaby (Malí, voz), integrantes de Debademba, dueto africano con residencia en París que retoma con talento y ritmo la herencia que han dejado leyendas como Salif Keita y Oumou Sangare, suplican que todos entiendan que la música hermana a la humanidad.
Con esa mística, Debademba dará esta noche un concierto con el que desea mostrar que todos los hombres y mujeres del planeta, sin importar color, raza, credo, sexo o religión, son iguales.
Debademba significa “la gran familia”, y su lema es “¡Estamos juntos!”, lo que refleja el interés por crear una música para todos los africanos, señaló hoy Mohamed.
El recital será en la Alhóndiga de Granaditas de esta capital, dentro del programa Música del mundo diseñado por el Festival Internacional Cervantino (FIC), cuya edición número 44 va del 2 al 23 del mes en curso. Debademba elevará la voz con letras de contenido humanista, aunque la vitalidad de su música es una provocación para iniciar el baile.
La cita, dijeron los artistas africanos, es a las 20 horas, y juzgar por sus declaraciones, la explanada de la Alhóndiga explotará con su música llena de todos contrastantes y muy diversos, en donde la voz de Mohamed Diaby, nasal pero de una enorme capacidad para improvisar y alcanzar diversos registros vocales, genera un tono de inesperada potencia.
Abdoulaye Traoré, por su parte, dijo ser autodidacta y formado como cantante y músico con importantes artistas africanos y en el Ballet Nacional de Costa de Marfil, lo que le ha permitido aprender y desarrollar su propio estilo. Durante el anuncio del concierto de hoy surgieron datos anecdóticos y de remembranza, como el día en que ambos se conocieron.
Todo comenzó tras un encuentro en un café-bar de un barrio parisino. Abdoulaye Traoré y Mohamed Diaby charlaron y determinaron crear un grupo cuya música fusionara los ritmos africanos, el rock, la música árabe, y los sonidos del flamenco, para hablar de la esclavitud, de los problemas del Continente Africano y de la vida cotidiana en el mundo.
“Lo nuestro es la música contemporánea con numerosas influencias provenientes de una gran parte del planeta. El concierto de esta noche será gigante, nunca antes visto”, dijo en su oportunidad Abdoulaye Traoré, quien agregó que interpretaran canciones que reflejan su preocupación humanista en torno a la paz, la guerra, el hambre y la vida en África.
En África el griot es un juglar o músico que narra de aldea en aldea acontecimientos importantes o historias de la comunidad. Debademba es como un griot moderno. Cuando el cantante de Mali, Costa de Marfil, está en el escenario con el guitarrista de Burkina Fasso, hacen música que evoca las más ancestrales tradiciones del llamado “Continente Negro”.
Acompañados de cinco músicos más, lo que hace esa dupla de amigos, casi hermanos, es una suerte de rock indie en el que ante todo, la gran variedad de ritmos africanos como el m'balax de Senegal, el highlife de Nigeria, el afrobeat y la música mandé de Mali, están presentes. Como lo mostrarán esta misma noche en la Alhóndiga de Granaditas.
nrv
