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Varias personas se asoman curiosas por encima del grupo de espectadores que se ha formado para escuchar la vibrante voz de la soprano. No están en el Teatro Colón, el templo de la lírica en América Latina, sino en el metro de Buenos Aires.
Rodeada por el público que asombrado graba con sus teléfonos móviles, Julieta Schena interpreta en un aria a Serpina, la doncella que se cree dueña de la casa donde sirve y consigue casarse con su patrón en la ópera bufa La Serva Padrona (La criada patrona), que Giovanni Battista Pergolesi compuso en 1733.
La ópera, género que el común de la gente no disfruta a menudo, está al acceso de todos en el metro porteño con la compañía Ópera Periférica, que hasta el 22 de agosto interpretará en distintas estaciones la considerada primera obra maestra del género cómico.
La Serva Padrona se estrenó el martes en la Línea H, donde fue acogida con fuertes aplausos. Después de interpretar el primer acto en el vestíbulo de la estación "Las Heras", Schena, el barítono Alfredo Martínez — quien encarna a Uberto, el patrón de la casa— y los músicos de la orquesta se trasladaron en metro a la estación "Parque Patricios", donde llevaron a cabo el resto de la representación.
"En la gente hay sorpresa y luego muy bien recibimiento. No entienden porque no hay subtítulos, pero se enganchan con la situación visual, con la música, con lo extraño de la situación", afirmó Schena antes de actuar.
Teresa Alanis, una jubilada de 64 años que no se considera una aficionada de la ópera, fue una de las espectadoras fascinadas por lo que escuchaba y veía.
"Me parece fantástico, la música es maravillosa en cualquier lugar... Me rompe la rutina, es una nueva experiencia", dijo.
Según Pablo Foladori, a cargo de la dirección general y puesta en escena de la obra, muchos argentinos no se sienten atraídos hacia la ópera porque ésta tiene un costo mayor al de otros espectáculos, por falta de educación musical o porque creen que es aburrida. La idea, dijo, es "derribar los prejuicios" y la falta de conocimiento en torno al género que tantas veces se ha llevado a escena en el Teatro Colón de Buenos Aires, considerado uno de los mejores del mundo por su tamaño y acústica.
"Algunos títulos son muy bellos, otros muy divertidos, otro no tanto, pero son muy disfrutables y creo que trabajar con la aproximación entre espectador y artista ayuda a perder el miedo", señaló a la AP sobre este proyecto llevado a cabo junto al gobierno de la capital.
Foladori, que ya ha llevado esta experiencia a una barriada precaria de la capital argentina con óperas de Mozart, explicó que decidió representar La Serva Padrona en el metro porque "es breve y divierte" y se adapta a su idea de que "la ópera se empiece a mover" para el disfrute de todos.
"El espacio del subte (subterráneo o metro) es muy interesante para intervenir por la cantidad de gente que circula a diario. Como queremos que la ópera se vuelva un objeto cotidiano que se mueve, y que sea un tópico de charla, estamos investigándolo", sostuvo.
Declarada de interés social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Ópera Periférica busca acercar el género a nuevos públicos mediante intervenciones en espacios no tradicionales. La compañía planea actuar en el barrio precario Villa 31 y en el Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda.
sc